Hoy 23 de noviembre se cumple un año del Gobierno del Presidente Daniel Noboa, por lo que resulta pertinente un breve análisis de los diversos ámbitos de su gestión.
En lo económico si bien se ha reducido el abultado déficit fiscal, esto se lo hecho al costo de una notable reducción de la inversión en obra pública, en áreas como la vialidad y la energía eléctrica, situación esta última que sería precisamente una de las causas de los inusuales apagones que sigue viviendo el país; además de que para dicha reducción se ha recurrido también el aumento del IVA al 15% y al incremento del precio de las gasolinas; dos medidas exigidas por el FMI, organismo con el cual el Gobierno mantiene una acuerdo económico. Sin embargo, el sector productivo del país continúa en crisis (lo que se agrava con los apagones), se proyecta un decrecimiento económico para este año, mientras se ha dado prioridad al pago de los bonos de la deuda externa.
En lo social, y como consecuencia de la agravada crisis del sector productivo, el desempleo continúa en alza y, asociado a este, también el incremento de la emigración. Paralelamente, el Gobierno no ha priorizado el enfrentamiento de problemas sociales como el deterioro de los servicios en los hospitales públicos, centros educativos fiscales, registro civil, IESS etc. No ha cumplido con promesas como: el libre ingreso de las Universidades, el plan de vivienda “MI casa linda”, el que ningún jubilado recibirá menos de un salario básico, etc.
SI bien ofreció que con el llamado “Plan Fenix “, con el alza del IVA y la consulta popular, se reduciría la inseguridad, esto no ha sucedido; pues los asesinatos y masacres siguen siendo altos, amén de que han incrementado los casos de secuestros y extorsiones.
En lo político, si bien inicialmente Noboa buscó acuerdos con otras fuerzas políticas, lo que le permitió la aprobación en la Asamblea de las Leyes que él propuso, luego su conducta ha sido de abierta confrontación con diversos actores, cayendo incluso en violaciones legales, como la suspensión inconstitucional a la Vicepresidente o la invasión a la embajada de México. Y todo esto se ha dado en el marco de una millonaria campaña publicitaria orientada a convencer a la población de que estamos en un país mejor. (O)