Fue noticia en las redes y trascendió a los grandes medios, algunas revistas especializadas y posiblemente ahí quedará, como suele suceder, el descubrimiento de un complejo arqueológico en la Amazonia cercana a nosotros, como pasa en nuestro entorno con muchísimos sitios de interés arqueológico que al anunciarlos motivaron algún interés, pronunciamientos oficiales y un desfile de curiosos, de algunos investigadores especializados y de huaqueros también.
Viene esta reflexión con motivo del reconocimiento, realizado la semana pasada por la Prefectura del Cañar en el marco de sus celebraciones institucionales, al dedicado investigador de nuestra historia, Bolívar Cárdenas Espinoza, con quien hemos recorrido importantes sitios de interés arqueológico de nuestra región, por el gusto de hacerlo a más de los motivos científicos específicos del historiador algunos, aunque muy pocos, técnicamente recuperados, puestas en valor y convertidos motivos de identidad de los pueblos y sitios de interés para el turismo, ahora que se apuesta a este rubro para el desarrollo local, y así debe ser, como es en el primer mundo, como gustan llamar a los países desarrollados, en dónde un bien cultural por mínimo que sea, es restaurado y ofrecido como un talismán para la industria turística, como se puede constatar, ahora que viajar es una posibilidad cada vez más asequible y no es nada del otro mundo, que un día cualquiera y en un lugar cualquiera del planeta, encontrarse con coterráneos visitando sitios de interés cultural y arqueológicos desde luego.
La declaratoria de Cuenca Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, acontecimiento que catapultó a nuestra ciudad a la élite del turismo mundial, con su lógica repercusión en ciudades y pueblos de la región, exige un compromiso permanente con la conservación de nuestro entorno natural y cultural construido, y desde luego, con los vestigios arqueológicos regionales, como ese complejo cercano a la ciudad de Azogues que, en su momento, anunciara Cárdenas E. (O)