¿Será que no tienen medida los absurdos y ofensas a la dignidad de Cuenca? Y lo pregunto mientras miro, una vez más, al aberrante centralismo hundir sus colmillos en la yugular de los territorios del sur, usando esta vez, como coartada, la crisis energética. El cambio de sede de la CELEC E.P. a la ciudad de Quito, el irracional fideicomiso con el que se pretende atracar a la Empresa Eléctrica Regional Centro Sur (EERCS) y llevarse sus recursos al abismo sin fondo del gobierno central; las dos esferas de almacenamiento de combustibles de la Terminal de Challuabamba (Poliducto Pascuales – Cuenca) reinstaladas en la Terminal El Chorrillo (provincia del Guayas).
Incontables absurdos que retumban en el indigno silencio de los hijos de la orgullosa Cuenca que no sé en qué momento bajaron la cabeza. Y medio de esto la frase infame: “Para los que tratan de ubicarme como centralista (…) nos vemos en la Cumbre…” ¿Es en serio? ¡Caramba! Poco nos conocen si pensaron que Cuenca se conformaría con la baratija de una cumbre fallida e ignoraría el desmantelamiento de las fuerzas del orden, el desastre de la conectividad vial o la descarada agenda minera al tiempo que, enredado en el ambiguo lenguaje de los tecnócratas, se reduce el presupuesto para salud y educación, mientras lo demás contamos las horas para que este gobierno termine de una buena vez.
Y entonces sí, el problema es de concepto. Porque hemos llevado el centralismo hasta la insolencia de pensar que la inversión en los territorios es un acto de caridad. Pero cuidad, porque la caridad paga el impuesto a la mala conciencia, pero crea un abismo entre el piadoso y el necesitado, un paréntesis de revancha entre el poderoso y aquel que se piensa inferior. Y tal vez, allí en donde la miseria ha mostrado sus garras, vale la pena esta forma de hacer mal el bien, pero no se aplica a los territorios. ¿Por qué? Pues porqué aquí no estamos pidiendo favores, sino exigiendo derechos. Así que cuidado, que con la dignidad no se juega y con nosotros, con Cuenca, no vayan a equivocarse… (O)