Mucho se habla del costo económico que tienen los cortes de energía en el país y como afecta a la pequeña y mediana empresa, cientos de negocios populares han tenido que cerrar, por tanto, cientos de familias ahora están en el desempleo. ¿pero quien habla de la carga metal que implica la falta de energía eléctrica para las mujeres que cuidan?
El INEC evidencia que las mujeres dedican en promedio 31 horas semanales al trabajo no remunerado, en contraste con las 10 horas que dedican los hombres, se asume que la falta de energía, incrementa este número de horas debido a los malabares que hacemos para conciliar las tareas de cuidado con el horario de energía, no se diga si también hace falta el agua.
A esto se suma un dato aun no estudiado, la carga laboral extra que implica cumplir con el trabajo remunerado cuando no hay energía, acoplarnos a horarios fuera de lo común, buscar alternativas de energía y wifi, invertir en aparatos. Además, resolver las tareas de los hijos, que no se dañe la comida ni los electrodomésticos, cumplir con la casa. Todo esto sin la conciliación ni la corresponsabilidad de los hombres y la comunidad está sobre cargando nuestra capacidad y pone al límite el bienestar mental de miles de mujeres, y de ese cuidado ¿quién se hará cargo? (O)