El presidente Daniel Noboa dispuso un feriado nacional del 1 al 5 de enero de 2025, extendiendo los días festivos de Año Nuevo mediante el Decreto Ejecutivo 474.
Esta decisión, que busca dinamizar el turismo, suspende la jornada de trabajo del 2 y 3 de enero de 2025 para el sector público y privado.
Mientras el sector turístico celebra esta oportunidad para reactivar su economía, el sector productivo expresa preocupación por el impacto negativo en la industria y la generación de empleo.
Turismo
Carlos Andrade, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes de Cuenca, considera positiva esta decisión.
«El sector turístico se activa con los feriados para implementar estrategias promocionales que destaquen lo local, lo cultural, la gastronomía y los sectores rurales. Esto fomenta que los visitantes prolonguen su estadía en Cuenca y sus alrededores”.
El dirigente gremial agregó que, el turismo enfrenta desde hace algún tiempo una “policrisis”, derivada de la pandemia, los paros y movilizaciones, el conflicto armado interno declarado por el Ejecutivo en enero de 2024 y los apagones.
El feriado ampliado es visto como una oportunidad para capitalizar al sector, que ha experimentado una caída del 30 % en facturación y ventas respecto a 2023.
José Luis Correa, presidente de la Asociación Hotelera del Azuay, resaltó que, en los últimos años, Cuenca ha visto un cambio en las tendencias de Año Nuevo. Cada vez más turistas de la Costa eligen Cuenca por la seguridad y oferta cultural.
En 2023, la ocupación hotelera de la época alcanzó un 70 % y para este año se espera superar esa cifra.
“Eventos como la iluminación navideña han atraído a turistas de distintas partes del país. Por ello, instamos a la Municipalidad a continuar con estas iniciativas. Entendemos la crisis energética, pero se ha propuesto el uso de paneles solares, lo que contribuirá a que más personas visiten la ciudad”.
Producción
El Decreto Ejecutivo 474, indica que se va a “suspender, por esta única vez, la jornada de trabajo en todo el territorio nacional, para el sector público y privado, el día jueves 2 y viernes 3 de enero de 2025”, que serán de carácter no recuperable.
El sector productivo considera que esta medida perjudica su operatividad. Teófilo Castro, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Azuay (CAPIA), calificó el decreto como «nefasto» para la pequeña y mediana industria.
«Este país lo que más necesita es trabajar para salir adelante dadas todas las circunstancias. Si no hay producción, no hay recursos para cubrir las obligaciones laborales. Esto puede llevar al cierre de negocios pequeños y medianos, que generan entre el 70 % y 80 % del empleo en el país», aseveró.
«El hecho de no producir genera pérdidas. Es sumamente complicado, sobre todo, considerando el momento que estamos viviendo sin laborar en condiciones normales. Lamentablemente percibo una campaña populista con una finalidad política antes que de desarrollo socioeconómico para el país».
Agregó que, si bien la intención del Gobierno es apoyar al sector turístico, hubiese sido procedente que estos dos días de feriado se vuelvan recuperables para mitigar las pérdidas. “Es entendible apoyar al turismo, pero no a costa de sacrificar a otros sectores”.
Señaló que la interrupción de actividades productivas también afecta los ingresos estatales por la falta de producción y ventas.
“Con la realidad que enfrentamos actualmente, añadir dos días de feriado podría afectar gravemente a los pequeños y medianos negocios. Estos, a diferencia de la gran industria, dependen en gran medida de la mano de obra, lo que los hace especialmente vulnerables a estas medidas”.
La expectativa del feriado de cinco días es dinamizar el turismo, pero deja sobre la mesa un debate: ¿cómo equilibrar el apoyo a sectores específicos sin afectar al resto de la economía?
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