Cuenca se viste de espíritu navideño cada diciembre, con tradiciones que combinan devoción religiosa, celebraciones familiares y un comercio que se activa en torno a las necesidades y costumbres de la ciudad.
Desde el alquiler de trajes típicos para las Pasadas del Niño hasta la venta de fundas y canastas con productos básicos, el espíritu navideño impregna cada rincón de la urbe, aunque este año no ha estado exento de desafíos.
Trajes típicos
En el barrio El Vado, Patricio Durán González mantiene viva la herencia familiar mediante la confección y alquiler de indumentaria para los pases del Niño. Desde figuras bíblicas como San José, la Virgen María y los Reyes Magos hasta trajes folclóricos como cholitos y mayorales, su taller tiene atuendos para todas las edades.
“La tradición navideña de los cuencanos sigue siendo fuerte. Esperamos que en los próximos días más personas acudan a alquilar los trajes”, comenta Don Patricio, de 61 años, quien continúa la labor iniciada por su abuelo Francisco González hace más de seis décadas. Además de los trajes, Patricio hace decoraciones para carros alegóricos, un arte que aprendió en su niñez.
En la temporada navideña puede arreglar entre 40 y 50 vehículos como volquetas, camiones, tráileres o plataformas de acuerdo a la creatividad. El artesano comparte este legado con su madre, Luz María González, quien a sus 93 años borda con detalle trajes de mayorales, pastores, ángeles y vestimentas populares en el local “Alegorías y trajes típicos de Luz González” en El vado.
Sabor y tradición
Los dulces son parte de la tradición navideña. En la “Confitería Quinta Avenida”, Sandra Astudillo señala que las ventas han sido moderadas en comparación con años anteriores debido a la crisis económica. Sin embargo, las fundas navideñas, galletas y otros dulces siguen siendo populares entre los cuencanos.
“Ofrecemos fundas desde 1,75 dólares hasta 3,50 dólares con caramelos, galletas de animalitos y otros dulces tradicionales. Pese al alza de costos en el cacao y en el IVA, mantenemos precios accesibles en esta temporada de comercio navideño”, explica.
Tatiana Cordero, trabajadora de la confitería, señala que instituciones educativas y empresas son los principales clientes esta época ya adquieren dulces al por mayor para obsequiar.
Canastas navideñas
La venta de canastas navideñas también se activa en el último mes del año. En “Comercial Don Bolo”, en el sector del Mercado 27 de Febrero, Tania Rivera ofrece canastas que van desde 10 dólares hasta 60 dólares, con productos básicos como arroz, azúcar, galletas y embutidos.
“Aunque las ventas han estado bajas este año, confiamos en que los días previos al 25 de diciembre haya un incremento del 30 % en la demanda”, manifiesta.
Las canastas más solicitadas son las de 25 dólares y 40 dólares, por su variedad de productos y accesibilidad. Vivian Larrea, trabajadora del local, añade que los días 23, 24 y 25 son los de mayor actividad comercial.
Controles de ARCSA
En el marco del comercio navideño y de Año Nuevo, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) intensifica los controles.
En una inspección realizada el 18 de diciembre de 2024 junto a la Guardia Ciudadana, Policía Nacional e Intendencia del Azuay se decomisaron 964 productos caducados que estaban a la venta en «El Arenal», por lo que se clausuró el establecimiento.
Eufrasia Fajardo, Coordinadora Zonal 6 de ARCSA, informó que se han inspeccionado cerca de 50 locales y se han detectado más de mil productos con irregularidades, como fechas de caducidad vencidas, fechas borradas y falta de registro sanitario, especialmente en canastas navideñas.
Las sanciones incluyen clausuras y multas de hasta 10 salarios básicos. Además, se implementarán controles en locales que preparan pavos y perniles, para garantizar las condiciones higiénico-sanitarias. (PNH)-(I)
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