En escasos días de tener el poder, Trump pone las cosas claras con un ejemplo de ejecutividad sin precedentes. Amparado en el enorme potencial hegemónico de EE.UU, decreta claros logros para su país, en menos de lo que un gallo canta y dice y con toda razón, que fue elegido para velar por los intereses del Tío Sam y mal que nos pese a todos los paisitos como el nuestro, Cuba, Venezuela, México y en general Latinoamérica, debemos luchar por no ser almacigo de indocumentados, maleantes y drogadictos, que aspiran luego de infames martirios, llegar al gran país rubio para sobrevivir. Dice que no tiene que preocuparse ni gastar tiempo y recursos en ellos, sino más bien, los países de donde vienen huidos y léperos se deben preocupar por ellos.
Con una arma fatídica y efectiva sube los aranceles y México acepta (de no hacerlo viene la catástrofe azteca) poner miles de soldados en la frontera para cuidarla y evitar migraciones y lograr deportaciones. Esperará 30 días para ver resultados, caso contrario EE.UU impondrá sus condiciones.
Noboa sube a México los aranceles del camarón siguiendo esta conducta y la presidenta y los políticos mexicanos se burlan, ante la mínima repercusión y entre carcajadas dicen que el camarón de Sinaloa es mucho mejor que el nuestro.
El canal de Panamá fue entregado por Carter a Torrijos y poco a poco hoy sirve más a los intereses de China, que, como buenos asiáticos callados y solapados han tomado el control. Trump amenaza a Panamá y si no le dan nuevamente el control de esta vital línea de negocio, van aranceles y muy seguramente luego revertirá el canal a manos de la Jonny.
Cuba y Guantánamo son la mira y decreta que mandará y ya lo ha hecho, criminales e indocumentados, punto de inicio para en el futuro acabar con los infames dictadores castristas y devolver la libertad al estoico pueblo cubano. Maduro está sobre clavos. Le pondrá una flota de guerra al frente y Ortega, es otro en la mira.
Que ejecutividad y que sagaz Trump en las medidas. Es un ejecutivo de clase y sin mirar atrás toma decisiones de resultados seguros y definitivos.
Nosotros el domingo elegimos, no un candidato entre la jauría de 16 desconocidos y arribistas de los múltiples partidos. No, no votamos por ellos, sino por dos únicos caminos que nos quedan. El uno de Noboa que intenta reflotar el país y luchar (pruebas a dado) contra la corrupción y la peste del narcotráfico y la otra de ‘Mama Lucha’, que repite el slogan socialista sin razonamiento ni norte, “hasta la victoria siempre” de la pandilla de delincuentes y ladrones comandados por la mayor peste de nuestra historia, Correa y el resto prófugos ladrones y corruptos amparados en México y otros muchos, en la cárcel ya. (O)