
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) tiene identificados 26 puntos en las parroquias urbanas y rurales del cantón Cuenca que pueden habilitarse como albergues temporales en caso de emergencias como inundaciones, incendios o sismos.
Froilán Salinas, coordinador zonal 6 encargado de la SNGR, explicó que, a diferencia de la concepción tradicional de los albergues como refugios permanentes, estos espacios están diseñados para alojamientos temporales.
“Inicialmente, se busca que las familias afectadas se alojen con familiares o conocidos, les damos asistencia humanitaria e insumos para 5, 15 o 30 días, según el tiempo de estadía. Si esta alternativa no es viable, se activan campamentos o infraestructuras preidentificadas, como casas comunales de juntas parroquiales, que son las más utilizadas por su distribución territorial”, detalló.
Servicios
Cada espacio debe contar con servicios básicos como agua potable, energía eléctrica, acceso a telecomunicaciones e infraestructura sanitaria. La información sobre estos sitios está registrada en una base de datos de la SNGR y se activa en coordinación con los municipios cuando es necesario.
Las administraciones locales deben coordinar la provisión de alimentos, camas y otros recursos.
Si bien no existen espacios destinados exclusivamente como albergues permanentes, se cuenta con sitios fichados que puedan habilitarse en caso de emergencia.
El estadio de Cazhapata y el Parque El Paraíso también están identificados como posibles campamentos temporales.
En cantones como La Troncal, Cochancay y Guachapala, los coliseos se utilizan como albergues.
Salinas detalló que no se construyen espacios exclusivos para refugios, porque la estrategia busca disponer de sitios cercanos a las comunidades afectadas. Una excepción fue Nabón, donde se edificó un albergue tras los hundimientos y deslizamientos de tierra ocurridos en 2021, debido a la acumulación de agua.
- Zonas de riesgo
Un estudio de la Universidad de Cuenca identifica zonas con mayor riesgo de deslizamientos, entre ellas Los Trigales, Jaime Roldós, Los Pinos, Baguanchi, Misicata, Quinta Chica y sector de la Universidad del Azuay. A nivel provincial, los cantones San Fernando, Santa Isabel y Nabón también presentan problemas de inestabilidad de suelos.
Las lluvias registradas desde enero pasado, han causado deslizamientos, inundaciones, asentamientos de terrenos y bloqueos de carreteras. Entre los sectores más afectados se encuentran la parroquia Turi (sector Corazón de Jesús), la parroquia Paccha (sector San Miguel) y la parroquia Hermano Miguel (sector Las Orquídeas).
Dos amenazas principales
Cuenca enfrenta dos amenazas principales: los eventos hidrometeorológicos, que provocan deslizamientos, y los incendios forestales.
Un estudio realizado por José Luis Chaca y Juan Alexander Rea, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cuenca, registró factores que contribuyen a estos desastres, como la alta intensidad de lluvias en cortos períodos, la acumulación de sedimentos y la presencia de suelos arcillosos.
“La identificación y comprensión de las condiciones geomorfológicas, hidrológicas y geológicas permiten implementar medidas preventivas y estrategias de mitigación para fortalecer la planificación urbana, evitar la construcción en áreas de alto riesgo y garantizar una gestión adecuada del uso de suelo”, menciona Chaca.
Para mitigar los riesgos, el especialista sugiere implementar sistemas de alerta temprana que permitan evacuar poblaciones vulnerables con antelación y aplicar estrategias sostenibles de manejo del suelo y el agua para reducir la erosión y mejorar la estabilidad del terreno. (I)
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