
El mar siempre ha sido una fuente inagotable de inspiración. Sus sonidos, colores y movimientos han despertado la creatividad de poetas, músicos y artistas a lo largo de la historia. Ahora, la ciencia y la perfumería han asumido un nuevo desafío: capturar no solo su esencia, sino también su energía y traducirla en una fragancia.
La perfumería ha intentado durante siglos capturar la esencia del océano a través de notas marinas y acuáticas. Sin embargo, hasta ahora, esas creaciones dependían exclusivamente de la interpretación del perfumista. Hoy, gracias a la tecnología VibraScent, es posible lograr un acercamiento más preciso, esta técnica revolucionaria convierte vibraciones naturales, como las del océano, en estructuras moleculares olfativas, abriendo una nueva dimensión en la creación de perfumes.
VibraScent se basa en principios de bioacústica, inteligencia artificial y química sensorial avanzada para convertir las vibraciones del mar en notas olfativas reales, ofreciendo una experiencia hipersensorial que estimula varios sentidos a la vez, proporcionando una nueva forma de experimentar el contacto con el agua, como si fuera un suspiro. Gracias a esta tecnología, cada ingrediente en la fragancia resuena con la misma energía que los elementos naturales de los cuales se inspira. Más que una representación del mar, se trata de una forma de sentirlo en la piel.
Natura ha empleado esta herramienta para presentar su fragancia, Kaiak Sonar, la cual materializa esta innovación en dos versiones, femenina y masculina, que replican la experiencia de sumergirse en el océano. La frescura del agua, la textura del aire salino, la profundidad de las corrientes marinas y la luz reflejada en la superficie han sido transformadas en una composición olfativa que trasciende los sentidos.
Tecnología y sostenibilidad: un equilibrio necesario
La perfumería está entrando en una era en la que la innovación no solo impulsa nuevas experiencias, sino que también redefine la relación entre la industria y el medioambiente. La inteligencia artificial utilizada en el desarrollo de VibraScent no solo permite recrear aromas con mayor precisión, sino que también optimiza la selección de ingredientes, reduciendo el desperdicio en la producción.
En esta línea, no solo representa un avance tecnológico, sino también un compromiso con la sustentabilidad. Su formulación utiliza alcohol 100 % orgánico, asegurando una base más natural y respetuosa con el medioambiente. Además, sus envases están fabricados con más del 50 % de plástico reciclado recolectado en ciudades costeras, contribuyendo a la limpieza de los océanos. La optimización de ingredientes mediante modelado molecular permite reducir la cantidad de recursos utilizados sin comprometer la calidad olfativa.
Para Daniela Botero, Líder de Perfumería para Natura y Avon Ecuador, la combinación de ciencia y responsabilidad representa el camino hacia el futuro de la perfumería: «La tecnología puede ser una aliada de la naturaleza. Con VibraScent, no solo se ha logrado capturar la energía del océano en una fragancia, sino que se ha hecho de manera consciente, minimizando el impacto ambiental. Es una nueva forma de entender el arte de la perfumería, donde la innovación y la sustentabilidad van de la mano».