¿Bajo rendimiento escolar? así puede descubrir si se trata de un trastorno de aprendizaje

¿Bajo rendimiento escolar? así puede descubrir si se trata de un trastorno de aprendizaje

Las dificultades del aprendizaje y el fracaso escolar son un motivo de consulta médica cada vez más frecuente. De acuerdo con los datos de PraxMED, las atenciones relacionadas a trastornos de aprendizaje aumentaron en un 20 % en el último año. La mayoría corresponde a trastornos específicos del aprendizaje (como dislexia, discalculia y disgrafía), con un 60 % de participación en estos casos. Además, en el servicio de psicología, se deriva al menos a un niño o adolescente por semana a evaluación psicopedagógica, lo que representa más de 50 casos al año. De hecho, según estudios globales, se estima que en torno al 20 % de los niños presentan dificultades escolares o no consiguen académicamente todo lo que su potencial les permite (según Elsevier, revista especializada en artículos biomédicos).

En este contexto, “la detección temprana y un acompañamiento adecuado pueden marcar la diferencia en el desarrollo de los niños con dificultades de aprendizaje, desarrollo que puede marcar su vida académica y profesional. En la mayoría de los casos, estos trastornos están relacionados con problemas más profundos de su entorno, sin embargo, se suele simplificar y recurrir únicamente a medicamentos, dejando de lado la raíz, lo cual puede ser contraproducente”, explica Karen Aviles, Psicóloga Clínica de PraxMED.

¿Qué son los trastornos de aprendizaje?

  • Los trastornos de aprendizaje afectan la capacidad del niño para leer, escribir, comprender conceptos matemáticos o procesar la información de manera eficiente, interfiriendo con su desempeño en la escuela.
  • El bajo rendimiento escolar puede ser motivo de preocupación para padres y docentes. En muchos casos, se atribuye a la falta de motivación o a dificultades académicas pasajeras, pero también puede estar relacionado con un trastorno del aprendizaje. Identificar estas señales a tiempo es clave para brindar el apoyo adecuado.

Señales de alerta de un trastorno del aprendizaje:

  • Dificultades en la lectura y escritura: Confusión entre letras similares, problemas para recordar el sonido de las letras, dificultad en la comprensión lectora o escritura con muchos errores ortográficos.
  • Problemas con los números y conceptos matemáticos: Dificultad para aprender a contar, identificar números o resolver problemas matemáticos básicos.
  • Problemas en la comprensión y expresión oral: Dificultad para seguir instrucciones, contar historias en orden lógico o expresar ideas con claridad.
  • Baja capacidad de concentración: Distracción frecuente, dificultad para seguir instrucciones o para completar tareas escolares.
  • Problemas de coordinación y habilidades motoras: Dificultad para sostener un lápiz, escribir con claridad, recortar con tijeras o realizar actividades que requieran coordinación motriz fina.
  • Dificultades socioemocionales: Frustración constante ante el estudio, baja autoestima, ansiedad o problemas para relacionarse con compañeros.

¿Qué hacer si sospecha de un trastorno del aprendizaje?

Es fundamental actuar de manera oportuna para evitar que estas dificultades afecten el desarrollo emocional y académico del niño. A continuación algunas recomendaciones clave:

  • Observar y registrar patrones de dificultad: Tomar nota de las áreas en las que el niño muestra mayores problemas puede ayudar a los profesionales a hacer una evaluación más precisa.
  • Brindar apoyo en casa: Crear rutinas de estudio, usar estrategias multisensoriales (cómo leer en voz alta o usar materiales visuales) y reforzar la autoestima del niño.

● Consultar con un especialista y acceder a terapias especializadas: Un diagnóstico adecuado requiere la evaluación de profesionales en psicopedagogía, terapia del lenguaje y neurodesarrollo. Dependiendo del caso, la terapia del lenguaje, la psicopedagogía y la terapia ocupacional pueden ser herramientas fundamentales para fortalecer habilidades cognitivas y comunicativas. Además, el proceso de intervención combina estrategias personalizadas, como terapia cognitivo-conductual, reeducación pedagógica y entrenamiento en habilidades socioemocionales. El acompañamiento también involucra orientación a padres y docentes, asegurando un enfoque multidisciplinario que favorezca el desarrollo académico y emocional del niño.

Los trastornos del aprendizaje no desaparecen con el tiempo, pero con una detección temprana y el apoyo adecuado, los niños pueden desarrollar estrategias para superar sus dificultades y alcanzar su máximo potencial. Un enfoque integral que combine el apoyo familiar, educativo y terapéutico puede marcar la diferencia en su desarrollo académico y emocional.

CMV

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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