Tuvo una vida dura, implacable. Excomulgado por la Inquisición y arrojado en un calabozo, sería allí, en la oscuridad de la prisión, donde comenzaría su obra maestra: El Quijote de La Mancha, historia de honor entre hidalgos que fusiona la realidad con el delirio y es considerada la obra cumbre de la literatura universal, la fundación misma de la novela moderna y una de las máximas creaciones del ingenio humano. Y si bien Sancho y el Quijote pasarían a la historia, su creador, el inmenso Miguel de Cervantes, moriría en la pobreza del viejo Madrid. ¿Cuándo? Un 23 de abril de 1616.
Y sería también un 23 de abril cuando vendría al mundo quien sería considerado el mejor dramaturgo de todos los tiempos. Y la verdad es que, solamente su prodigioso dominio del lenguaje bastaría para ubicarlo en el Olimpo de la literatura, sin embargo, sería su exploración de los laberintos de la psiquis, la vehemencia del amor en Romeo y Julieta, la sangrienta lucha por el poder de Macbeth, el infierno de los celos en Otelo, la danza entre el odio y el perdón de Hamlet, lo que lo convirtieron en un gigante que fallecería ¿Lo adivina Usted? Un 23 de abril de 1616.
Quien podría imaginar que, exactamente el mismo día, en la morisca Córdoba, fallecía también “el príncipe de los escritores del Nuevo Mundo”. Hijo de un español llamado Sebastián Garcilaso de la Vega y la ñusta (princesa) inca Isabel Chimpu – Ocllo, nieta de Túpac Yupanqui y sobrina de Huayna Cápac, se formó entre los sabios amautas de la realeza incaica y lo más selecto de los círculos intelectuales de Andalucía. Su obra cumbre, los “Comentarios Reales de los Incas”, punto de partida de la literatura latinoamericana, es un vibrante relato de la resistencia del pueblo inca y la instauración del Virreinato del Perú. Ya por entonces firmaba como Garcilaso Inca de la Vega, y con ese nombre pasaría a la historia de la literatura Universal.
Fecha extraña ésta, que recordamos el miércoles pasado, en la que se han extinguido las grandes luces de la literatura universal.
¿Cree Usted en las coincidencias…? (O)