La Constitución tiene un cúmulo de errores. Es farragosa, hiperpresidencialista y ambigua. Sí.
El reconocimiento de derechos que hace -y al cual se suele defender sin más- esconde a la par, por ejemplo, la lista frondosa de derechos que no diseñan su financiamiento. Si se acaba el dinero del Estado se acaban los derechos. ¿Esto le han dicho a la gente?
La sección orgánica/institucional es la peor. Crea engendros constitucionales y debilita mínimos para el correcto funcionamiento del Estado republicano y constitucional. Configura un hiperpresidencialismo. Hay una búsqueda por entorpecer y hacerse de las institucionales a través de inservibles como el Consejo de Participación. Tiene una muy mala conformación del Consejo de la Judicatura. Debilita al Legislativo y crea un Poder Electoral. Dinamita la autonomía de la Fiscalía. Además, lo que nadie cuenta: tiene un régimen transitorio escondido (puesto en media noche) que aún surte efectos en el quebrantamiento institucional.
La idea de una asamblea constituyente (3 elecciones, controles de la Corte y tiempo de 1.5 a 2 años) es necesaria; pero no idónea (léase oportuna y adecuada) para este momento. Hay que hacer una operación constitucional distinta que salve al paciente con menos riesgo. El país cuenta con algo valioso. La Corte -en diversos dictámenes- aprobó (control previo) que por reforma parcial (debate, 77 votos de asambleístas y 1 referéndum) se pueden hacer cambios en los mínimos que el Ecuador sí tiene consenso: 1. Eliminar los 5 poderes del Estado y volver a la división tripartita de Legislativo, Ejecutivo y Judicial. 2. Suprimir el engendro Consejo de Participación. 3. Crear un Congreso Nacional con una cámara de 24 diputados y otra de 50 senadores. 5. Reconfigurar la integración del Consejo de la Judicatura. 6. Otorgar autonomía a la Fiscalía. 7. Eliminar el CNE. 8. Dar beneficios a los conservadores ambientales.
Entonces. No hay que desaprovechar esta vía de reforma parcial, que podría tomar 6 meses, y es una operación constitucional menos riesgosa para el paciente -que en este caso es el Ecuador-. (O)