¡Habemus Asamblea!

@jchalco

Esta semana el Ecuador tendrá —para fortuna o infortunio— una nueva Asamblea Nacional.

La sesión inaugural —de conformidad con la Constitución y la Ley Legislativa— debe desarrollarse a las 10h00 del miércoles 14 de mayo. Estará dirigida por los asambleístas nacionales que encabezaron las tres listas con mayor votación a nivel nacional y que estén presentes en la reunión. En orden del número de votos obtenidos, ejercerán la dirección, subdirección y secretaría.

El acto inmediato es la elección de las autoridades de la Asamblea, con 77 votos (mayoría absoluta). Esa votación indicará cómo están alineadas las fuerzas políticas en su interior. La presidencia y vicepresidencias pueden recaer en cualquier asambleísta; no hay una regla —como existía antes— que determine que pertenezcan a una u otra bancada. Igualmente, se deben designar los 4 vocales de la Comisión de Administración Legislativa, bajo la regla dispuesta en la ley, según la cual deben ser elegidos entre distintas bancadas. Posteriormente, se procederá con la elección para la integración de las comisiones, así como del secretario y prosecretario del Parlamento.

Pero las tareas son varias, y su dirección será clave para definirlas. Primero, es necesario entender las urgencias del Estado, aquellas que no transitan precisamente por los sainetes de enjuiciamientos políticos apresurados, los discursos desgastantes o las declaraciones de días conmemorativos. Hay que eliminar las acciones que han fracturado la institucionalidad del país. Comprender la necesidad de podar la hipernormatividad, hacia un aparato estatal más ágil, menos interventor y obstructor de las relaciones particulares y la prestación de servicios públicos. Es sustantivo entender que, antes que hacer nuevas leyes, se deben realizar depuraciones a las existentes. Piénsese en serio el Código Laboral y la Seguridad Social. Protégase la autonomía universitaria. Renuévense las normas populistas.

Ahora bien, una tarea sustancial será afrontar las reformas parciales a la Constitución. El Legislativo puede iniciar el trabajo —que otros demoran— y, con 77 votos, accionar ante la Corte Constitucional para impulsar reformas parciales ya aprobadas. Sí. Con su iniciativa, la Asamblea puede eliminar el Consejo de Participación, reconformar la Judicatura, crear dos cámaras —diputados y senadores—, reducir el número de legisladores y volver a 3 poderes del Estado, eliminando la aberración de 5. Puede también avanzar en la creación de bases militares y eliminar los aportes a partidos políticos. Así es: la Asamblea tiene iniciativa para reformar parcialmente la Constitución. Quizá le enseñe al Estado que puede hacerse una operación constitucional seria y oportuna, sin tanto engaño ni envoltorio como el de los últimos días por quienes se prestaron para ello. (O)

Dr. José Chalco

Doctor Ph.D. en Derecho, Magister en Derecho Constitucional. Abogado de los Tribunales de Justicia de la República. Profesor Titular de Derecho Constitucional en la Universidad del Azuay. Profesor de posgrado.

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