
Lucas Mancinelli, capitán del Deportivo Cuenca, atraviesa una nueva etapa en su carrera tras someterse a su cuarta operación, esta vez por una lesión en los meniscos de su rodilla.
La intervención quirúrgica se realizó hace pocos días y, aunque el proceso de recuperación continúa, el volante argentino ya ha dejado las muletas y se reincorporó de manera progresiva a los entrenamientos con el Deportivo Cuenca, con la firme convicción de volver pronto al ritmo competitivo.
“Esta lesión me agarró más maduro. En 2021 también me operé, pero esta vez tengo más experiencia”, afirma Mancinelli, quien no oculta su deseo de regresar cuanto antes, aunque reconoce que se perderá algunos partidos en el reinicio del torneo.
Aunque no tiene una fecha fija para su retorno, estima que su ausencia podría extenderse entre cuatro y cinco semanas más.
“Mi rodilla está respondiendo mejor de lo previsto, eso me motiva. Hay buen camino por recorrer”, señala, consciente de que la cautela es clave para evitar una recaída.
Por ahora, su enfoque está puesto en recuperar sensaciones y responder de manera positiva a las cargas físicas semanales.
Sobre naturalizarse como ecuatoriano
Lucas Mancinelli también se refirió al proceso de naturalización ecuatoriana, algo que por ahora no es prioridad. Si bien lo había intentado, hubo contratiempos administrativos.
“Tuve algunas complicaciones y el club tampoco entregó un documento. Todo quedó en segundo plano. Espero que en 2026 se pueda dar algo”, comenta, sin cerrar la puerta a ese objetivo a futuro.
A pesar de los problemas físicos, el capitán del Deportivo Cuenca se muestra satisfecho con lo que ha sido el primer tramo del campeonato. Luego de 15 fechas jugadas, califica como “muy buena” la campaña, tomando en cuenta las limitaciones.
“Nunca dudé del grupo. Lo que duele son las críticas, y han puesto fuera al cuerpo técnico. Los jugadores damos la cara y ponemos al Cuenca donde se merece. No hemos ganado nada, pero esto motiva. La campaña no nos sorprende porque vivimos el momento”, declara.
El argentino también pide comprensión a la hinchada y asegura que el verdadero aficionado de Deportivo Cuenca sabe analizar el contexto. Sin embargo, es autocrítico respecto a los puntos que se han dejado en el camino.
“Hay que confiar y apoyar. El grupo está fuerte con el cuerpo técnico. Las críticas no influyen, pero sí duelen”, dice.
El volante sabe que repetir lo mostrado en la primera parte del torneo es una obligación, aunque reconoce que hubo momentos duros que pocos conocen. Uno de ellos ocurrió durante la pretemporada, donde atravesó un mal momento de salud que lo afectó física y emocionalmente.
“Tuve náuseas, afecciones estomacales. Incluso llegué a ponerme sueros antes de algunos partidos para no descompensarme. Fue una etapa difícil, pero hice todo lo posible por estar en la cancha. Sigan creyendo en nosotros”, dijo a El Mercurio. (D)
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