Un contradictor neto, acaso el único, del alcalde Cristian Zamora fue nombrado gobernador del Azuay por el presidente Daniel Noboa.
Se trata del hasta hace poco concejal de Cuenca, Xavier Bermúdez López.
En contexto, dicha designación se presta para varias interpretaciones. Cada ciudadano y sector político hará las suyas.
¿Necesita el Ejecutivo de alguien en la provincia como el gobernador para confrontar con el alcalde Zamora, a quien, como ocurrió en la campaña anterior, le calificó del correísta, y pretendería ocupar su espacio político en la ciudad en las próximas elecciones seccionales?
A su vez, el alcalde “se quita de encima” quien fuera su principal crítico, fiscalizador y opositor, con el cual protagonizó sendas polémicas.
De otro lado, el movimiento oficialista tampoco cuenta con cuadros representativos como para disputar con posibilidades de triunfo espacios como la alcaldía, la prefectura, y a plazo más largo, curules para la Asamblea.
El nuevo gobernador comenzó este lunes de manera oficial sus funciones. Se refirió a problemas graves como la inseguridad, en cuyo caso, en algún momento se las verá con el alcalde y el prefecto, también inmersos, dentro de sus competencias y capacidades, en la tarea de coadyuvar para enfrentar a la delincuencia criminal.
Hay otros problemas preteridos, como el vial por ejemplo. Si la autoridad provincial, más allá de sus atribuciones, escasas por su puesto, busca llevar la bandera del Gobierno en Azuay deberá exigir ejecutividad, concreción, voluntad política, sin las cuales todo se convertirá en teoría, y él mismo en un pálido reflejo del centralismo y las buenas intenciones.
Hay otro detalle. ¿No hay duplicidad de funciones con la Dirección Zonal 6 del Ministerio de Gobierno, con jurisdicción en Azuay, Cañar y Morona Santiago, cuyo rol, entre otros, es coordinar la implementación de políticas públicas en la región, fortalecer la gobernabilidad con las GAD?
