
En un país donde lo ancestral suele quedar relegado a los libros de historia o a celebraciones folclóricas ocasionales, Sapikuna emerge como un acto de memoria viva.
”Sapikuna, desde la raíz”, es un documental ecuatoriano realizado en Ambato que recoge testimonios de personas vinculadas a prácticas ancestrales.
El documental funciona como un archivo de memoria, que muestra rituales, oficios y conocimientos que hoy están en riesgo de desaparecer.
Su propósito es dejar constancia de estas prácticas para las futuras generaciones y mostrar cómo algunas de ellas han dejado de formar parte del día a día.
Esta producción, impulsada por la Municipalidad de Ambato en conjunto con ‘Andean Films‘, se filmó en las comunidades de Quisapincha, Tisaleo y Chibuleo.
Un documental en quichua que conecta con la tierra
La película fue grabada en un 90% en lengua quichua y subtitulada al español, una decisión que fortalece su autenticidad y riqueza cultural.
El idioma originario a más de ser un vehículo narrativo, es un elemento esencial que conecta directamente con las raíces de los pueblos.
Durante la producción, las cámaras se adentraron en las comunidades rurales donde, pese al recelo inicial, se logró una sinergia con los habitantes, quienes terminaron compartiendo generosamente sus historias, saberes y visiones del mundo.
Cinco voces de los saberes ancestrales
La narrativa del documental ‘Sapikuna‘ se construye desde las vivencias en primera persona de cinco personajes principales, representantes de sus comunidades y portadores de conocimientos ancestrales:
- Una tejedora de ponchos
- Una curandera
- Una partera
- Un danzante tradicional
- Y los Yumbos
A través de sus relatos, el documental transmite prácticas que han sobrevivido por generaciones, desde la medicina tradicional hasta las ceremonias ligadas al agua, la montaña y los ciclos naturales.
Producción con identidad y territorio
El documental fue dirigido por Christian Tituaña, cineasta del pueblo Chibuleo, junto a la colombiana Mariana Posada.
La producción y asistencia de dirección estuvo a cargo de Alison Salinas, ambateña radicada en Cuenca.
El equipo técnico se completó con Andrés Silva en iluminación y Micaela Rivera en sonido y postproducción de sonido.
Las grabaciones se realizaron en noviembre de 2024, en medio de los apagones provocados por la sequía en el país.
Sin embargo, en las zonas filmadas, el agua y los recursos naturales estaban presentes, reflejando la relación respetuosa de las comunidades con su entorno.
En palabras de Alison, Sapikuna “es como traer un pedazo del Chimborazo a Cuenca”, en referencia a las tomas realizadas en en lo que fue el volcán extinto ‘Casahuala‘ y otros espacios del páramo.




Estreno en Ambato y recorrido internacional
‘Sapikuna’ tuvo su estreno oficial en abril de 2025 en una cadena de cines de Ambato.
La proyección contó con una gala especial que incluyó alfombra roja y la participación de los protagonistas nativos que formaron parte del documental.
Como parte del evento, se realizó un homenaje musical a cargo de la Orquesta Sinfónica de la ciudad, que acompañó la presentación.
Para muchos de los protagonistas, fue su primera vez en una sala de cine, y para el público, una oportunidad de nuevas descubrir realidades.
Actualmente, el documental busca la proyección en festivales internacionales y se prepara para llegar a otras ciudades del país.
Proyección gratuita en Cuenca este 9 de julio
Como parte de su recorrido, ‘Sapikuna‘ se proyectará en Cuenca el miércoles 9 de julio de 2025, a las 19:30 en el Teatro Pumapungo, con el soporte de la Prefectura del Azuay.
La función será gratuita y abierta al público, con el propósito de acercar a la ciudadanía cuencana a las culturas originarias de Ambato y a su riqueza espiritual, lingüística y comunitaria.

Un puente entre generaciones y saberes
Con una duración de 50 minutos, Sapikuna ofrece un retrato íntimo de comunidades que, pese al paso del tiempo y a los cambios sociales, mantienen viva su relación con la tierra, el agua y la memoria.
El documental no solo documenta tradiciones, sino que también plantea una pregunta urgente: ¿qué tanto sabemos de los pueblos que habitan junto a nosotros?