¿Qué es el bienestar?

Me pregunto dónde fueron sepultadas las ideas que propugnaban un ordenamiento verdaderamente humano, la realización de un mundo donde impere el respeto por el otro y la justicia, donde podamos autogestionarnos en condiciones de igualdad, sobre la base de la sagrada libertad. Es irónico que la tumba de estas ideas se denomine “bienestar”. Sí. Creer que el bienestar es tener una cosa es la fórmula perfecta para seguir ahondando en un sistema cuya estructura está diseñada para la represión. No digo desde luego, que las cosas no sean útiles, y por supuesto que es necesario poder satisfacer las necesidades básicas para comenzar a hablar del bienestar, pero de ahí a confundir medios con fines es propio de procesos de dominación que operan en un nivel entendimiento despojado de toda criticidad. La consecuencia es la barbarie. Todos luchando a dentelladas por obtener el mayor grado de bienestar posible. Esta sola imagen debería ser suficiente para dibujar el contorno político de una sociedad corrupta desde su misma base. Pero hay más. Paradójicamente el bienestar se reduce directa y proporcionalmente al grado de desarrollo del sistema de producción de cosas. Esto es posible porque el bienestar no es tener más cosas. El bienestar tampoco es un punto de llegada, o un estado al que con suerte se accede después de haberse destrozado tratando de tener cosas toda la vida. (O)

Dr. Sebastián Endara

Ph.D. Quito, 1978. Ensayista, poeta, docente universitario. Especialista en Pedagogía política y pensamiento social. Editor en Jefe de las revistas científicas de la Universidad Católica de Cuenca.

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