
Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles de varias ciudades de Israel para pedir al gobierno un cese el fuego en Gaza que garantice la liberación de los rehenes, un reclamo rechazado por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
El Foro de las familias de rehenes, que convocó a esta jornada, calculó en cerca de 500.000 el número de participantes.
Bloqueos de rutas en numerosas localidades, neumáticos en llamas y algunos choques con las fuerzas de seguridad marcaron la jornada de movilización.
Una inmensa bandera israelí con los retratos de los secuestrados fue desplegada en la denominada «plaza de los rehenes» en Tel Aviv, convertida en lugar de congregación desde el inicio de la guerra, que estalló el 7 de octubre de 2023 con el ataque sin precedentes de Hamás en Israel.
Pese a la presión creciente, el gobierno israelí está determinado a expandir su ofensiva en la Franja de Gaza para acabar con el movimiento islamista palestino Hamás y tomar el control de la seguridad en todo el enclave, sitiado y hambriento tras casi dos años de guerra.
Ayer, al menos 60 personas fallecieron en el territorio palestino, según la Defensa Civil local.
«Quienes piden hoy poner fin a la guerra sin una derrota de Hamás, no solo refuerzan la posición de Hamás y alejan la liberación de nuestros rehenes, sino que garantizan también que los horrores del 7 de octubre se repitan una y otra vez, y tengamos que luchar una guerra sin fin», sostuvo Netanyahu en una reunión de gabinete. (I)