Por qué la minería eleva el riesgo de cáncer, según SOLCA

El personal médico especialista del hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (SOLCA) de Cuenca emitió un pronunciamiento dirigido a la ciudadanía y a las autoridades sobre los efectos de la minería en la salud pública.

Los galenos de esta casa de salud detallan en su manifiesto que la contaminación del agua por metales pesados afecta a la población a través de diversas vías, como el consumo directo de agua contaminada.

Advierten que la evidencia científica es contundente: la minería sin controles estrictos puede liberar metales pesados al agua, lo que incrementa significativamente el riesgo de cáncer y otras enfermedades graves.

– ¿Qué motivó a SOLCA Cuenca a emitir este pronunciamiento público ahora sobre minería, metales pesados y riesgo de cáncer, considerando que la oposición a la minería en esta provincia se remonta a la década de 1990?

Es la preocupación por la exposición a ciertos metales pesados en la población, sobre todo en zonas mineras. Esto incrementa el riesgo de ciertos tipos de cáncer; por lo tanto, hubo este pronunciamiento por parte de SOLCA respecto a esta situación, con el objetivo de proteger el agua.

– ¿Qué evidencias científicas dispone SOLCA que respalden una posible relación entre la exposición a metales pesados y la aparición de cáncer en la población?

Existen evidencias en base a ciertas organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional de Investigación contra el Cáncer, que muestran la relación entre algunos metales pesados presentes en el agua, como el arsénico, cadmio y mercurio, principalmente aquellos en contacto directo con el consumo humano o que contaminan los alimentos al momento de cocinarlos. Estos metales se han relacionado con cánceres de piel, vejiga, riñón y pulmón. Los datos epidemiológicos demuestran mayores tasas de este tipo de tumores en zonas mineras y áreas cercanas a estas.

– ¿Qué metal preocupa más a los médicos por su potencial capacidad de provocar cáncer?

Son varios metales, pero principalmente el arsénico y el mercurio, sobre todo por la bioacumulación en fauna acuática, especialmente en mariscos. Alimentarse con estos o consumir agua contaminada incrementa el riesgo.

– ¿Qué tipos de cáncer se han registrado con mayor frecuencia en las zonas afectadas por actividad minera?

Tras la exposición a metales pesados como el mercurio, se han identificado con mayor frecuencia cánceres de piel, vejiga, pulmón y riñón.

– ¿Qué mensaje daría a las empresas mineras que insisten en continuar la explotación en zonas sensibles o de recarga hídrica?

Primero hay que entender que el agua es vida: nuestra salud, la de nuestros familiares y el equilibrio de los ecosistemas dependen del acceso a agua limpia. SOLCA hace hincapié en que la prevención es lo más importante; por lo tanto, se necesitan políticas bien establecidas que regulen esta actividad.

– ¿En SOLCA se han atendido pacientes en los que los médicos hayan identificado que su cáncer podría estar relacionado con la exposición a metales pesados utilizados en la minería?

Eso no se puede establecer. Los diagnósticos ya vienen con los pacientes, pero una correlación retrospectiva o un análisis propio no existe. Más bien, son datos epidemiológicos de organizaciones internacionales o de investigaciones en zonas mineras, no en Cuenca, sino en otras partes del país, donde se ha observado una mayor incidencia de cánceres de pulmón, riñón y vejiga en esas poblaciones específicas. En el hospital, como tal, no podemos demostrar esa correlación.

– ¿Cuáles son los principales síntomas que puede presentar una persona al estar expuesta a estos metales?

No es necesariamente el cáncer lo que se manifiesta de inicio, sino más bien un cuadro de intoxicación: síntomas gastrointestinales, náuseas, vómito, malestar general e incluso lesiones en la piel. Son síntomas muy variados e inespecíficos.

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