
El Tratado Antártico es la llave para conservar la Antártida como territorio de construcción de paz, mientras promueve la libertad de investigación y cooperación en su implementación. Es un emblema de la diplomacia científica, donde la población conjunta de los 57 países firmantes del Tratado representa dos tercios de la población mundial actual. Ecuador destaca aquí con 28 expediciones y más tres décadas de presencia, incluyendo una Estación Científica en la Península Antártica. Sin embargo, el avance de la ciencia antártica del Ecuador dependerá de saber entretejer las relaciones internacionales y la investigación científica. En cambio climático, la evidencia científica analizada en espacios internacionales contribuye a lograr consensos, que llegan a motivar decisiones en los países. Ciencias y diplomacia se conectan cada vez más en el equivalente a una simbiosis, particularmente activa en Antártida, una oportunidad clave para Ecuador si amplifica sus conexiones. (O)