El gobierno israelí continúa con la ofensiva contra la Franja de Gaza, la que podría extenderse por mucho tiempo. “Israel está en guerra contra grupos islámicos terroristas que niegan el derecho a su existencia,” manifestó Benjamín Netanyahu primer ministro israelí.
Está cruzada antiterrorista da lugar a otro tipo de terror, probablemente de mayor magnitud que el que se quiere combatir, como lo es el éxodo de más de un millón de Gazatíes que presas del pánico, huyen de su tierra natal, fugitivos que se encuentran amenazados por el hambre, las enfermedades y la muerte; se agolpan en las fronteras de su destruida patria.
Civiles débiles y vulnerables, son víctimas del mismo terror que concita repudio de todas las personas de bien. Niños, mujeres y ancianos son amenazados con ser liquidados, y obligados a abandonar su tierra produciéndose una verdadera tragedia humana. Los habitantes de Gaza se hallan sufriendo penurias horrendas, considero que se está dando lugar al nacimiento de otro tipo de terrorismo, al producir terror con una amenaza de ataque masivo.
Es un grave error destruir al terrorismo con otro tipo de terrorismo; conmueve el dolor de los inocentes, porque son nuestros hermanos, sean quienes sean, tanto si adoran a un Dios en su iglesia, como si se arrodillan en su templo o frezan en su mezquita, ellos y nosotros somos hijos de una misma fe, porque los diferentes senderos de la religión, son los dedos de la mano amorosa de un ser supremo que la tiende a todos.
Israel y EEUU son pueblos poderosos, trabajan sin fin, jamás están cansados, no duermen ni sueñan, cuando alguien no piensa como ellos, o no cumple sus órdenes pueden matarlo, como quién no hace nada; al que sigue sus designios lo aman y hacen llover sobre él sus afectos.
Quién está limitado en su corazón y en su pensamiento, tiende a apreciar a aquel que está limitando su vida. Quién tiene su vista baja no ve más allá de su nariz en el sendero que recorre, ni más allá de la pared en que apoya su hombro.
Vivimos en una SOCIEDAD ADICTA A LA VIOLENCIA y a la codicia, cuando cada uno encuentre su propia senda, limpies sus errores, y viva su verdad, el mundo será mejor, despertemos el guerrero espiritual, que duerme en cada uno de nosotros y el será que cree un lugar seguro, para que podamos vivir nuestras vidas combatiendo el egoísmo, la codicia y la injusticia social.
Anhelo que estas letras sean como una vela encendida y pueda encender a millones de velas sin perder su luz. (O)