Muy claro

Aurelio Maldonado Aguilar

Protestas por el diésel no es más que un vil pretexto para la subversión y para lograr los perversas y fatídicas consignas del narcotráfico y la minería ilegal, que confluyen como dos malignos arroyos a un mismo caudal miserable y transnacional.

Si razonamos, vemos que las protestas son definitivamente un engaño a la gente pobre e inculta, que va a la protesta por un salario diario que les regalan y que se ve en cámaras muy claramente entregado en sobres blancos, sin saber ni por qué protestan, mientras que subversivos y mafiosos cubiertos y con armas de fuego y lanza cohetes y granadas, cumplen con la consigna de atacar al ejército y policía y vulnerar todo derecho a la propiedad privada, donde queman vehículos, apedreen y cierran los negocios del diario sustento del pueblo y por fin convierten en desiertos las ciudades, presas del pánico.

El pueblo llano no tiene vehículos y peor a diésel y usan muy poco este hidro carburo y para mitigar protestas, el gobierno dio regalías a los trasportistas, con los cuales deberían estar en calma y agradecidos. Pero no. Esta y muy claro que el narcotráfico y la minería ilegal, son dos filones de ganancias millonarias y es la verdadera razón del levantamiento mal llamado protesta indígena, donde existen claros lideres emplumados y de guango, que saben manejar al rebaño de gente sin criterio. El gobierno bombardeo y con buen discernimiento las bocaminas, terminando el lucrativo negocio temporalmente, más si no mantiene una política de liquidar la minería ilegal a largo plazo, seguiremos igual, cosa no muy fácil ya que las regalías provenientes de esto, llegan a miles de trabajadores e intermediarios que trabajan para ellos.

Es un círculo vicioso muy bien maridado entre narcotráfico y minería ilegal de millonarias ganancias y lo que acaba de suceder en un centro comercial de Guayaquil de explotar un coche bomba de alto poder destructivo, amén de que no explotaron otras cargas listas en el lugar, demuestra que estamos en la época de Escobar en Colombia, pues las acciones son idénticas. La lucha sin tregua ante estos dos flagelos con todo el ejército y su fuerza, especialmente en los límites de Colombia viene siendo indispensable y liquidar estas mafias, tarea muy complicada, debería ser tomada como acción de guerra, como cualquier otra y salvar al Ecuador de esta barbaridad transnacional de la mafia.

Es el momento presidente. Demostró valentía y vamos para terminar este infierno. (O)

Dr. Aurelio Maldonado

Médico otorrinolaringólogo. Profesor universitario. Presidente de varias instituciones y de Congresos. Escritor.

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