El “Manzanazo”

¡Pobres alcaldes! El “Manzanazo” les cayó cual águila sobre indefensos ratones de monte.

Nunca intuyeron que el cobro de la Tasa de Recolección de Basura (TRB), anclada, adosada, o como sea, a las planillas por el consumo de energía eléctrica, sería eliminado de un solo picotazo.

En algo más de cuarenta cantones de este país de la “bonita banana”, de “ponchos de toda lana y colores”, de “monos antiserranos” y de serranosantimonos”, se acostumbraron a que las empresas eléctricas “les den cobrando” la TRB.

El “Manzanazo” les sobrevino porque ese “dar cobrando” no consta en la ley.

La TRB –dicen– se calculaba “con base en criterios eléctricos, como el consumo en kilovatios hora, en lugar de un estudio técnico propio sobre generación de residuos”.

O sea: mientras más energía se consumía más se pagaban por la TRB. ¿Tiene que ver lo uno con lo otro?

Como ahora la mayoría de usuarios paga “en línea” o por otros mecanismos los servicios públicos, nadie se daba cuenta de lo que le cobran ni por qué.

Con mayor razón en la ruralidad, donde pagaban la Tasa sin ver jamás el paso de un carro recolector de basura, o salían a las vías a depositarla en basureros improvisados, un banquete para ratas, moscas y perros sin pedigrí.

En varias ciudades el servicio de recolección de todo tipo de desechos, el barrido de calles, está a la altura de las circunstancias. Pero de gana digo que es en varias. No es tan así, ¿verdad?, aunque también es verdad que por los millones de verdes que ingresaban a las empresas, los alcaldes por poco no compraron la franquicia del “Yo me llamo” o del “Vamos con todo”.

Se me hace que el “Manzanazo” no es así por así. Algo de “venganza” se trae; o fue solo por ese “por joder”, propio de nuestros políticos de tercera.

¿No fue para joder a los alcaldes de las tres ciudades “más importantes” de este país cundido de lobos, no pues de los esteparios?

Aquellos tres, como los otros multiplicados de tres en tres, son correístas, aunque el uno se “hace de la vista gorda”.

Si fueran “noboístas” o tendrían empleados reciclados de Industrial Molinera, como los hay en el SRI, ¿les caería el “Manzanazo”?

Pero como estamos en tiempos de los zapatos Monolith leather Derby, con los cuales se quieren pisar a los “contreras”, todo vale.  Bien se pudo decir, una vez más, a los alcaldes: vean, tienen plazo hasta el primer trimestre de 2026 para ver cómo cobran las TRB.

Y ahora los alcaldes están como venados enjaulados. Sin saber qué hacer. Creer que la gente pagará “buenamente, mensualmente” las TRB es ignorar “las costumbres de los ecuatorianos”. ¡Vaya pandemonio! (O)

Lcdo. Jorge Durán

Periodista, especializado en Investigación exeditor general de Diario El Mercurio

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