
El Louvre reabrió sus puertas este miércoles 22 de octubre de 2025, tres días después del espectacular robo de ocho joyas por un valor estimado de más de 100 millones de dólares, un incidente que reavivó la cuestión sobre la seguridad en los museos de Francia.
La policía sigue buscando al grupo de cuatro malhechores que perpetró el atraco el domingo en la galería de Apolo del museo, el más visitado del mundo.
La operación, que duró apenas ocho minutos, relanza el debate sobre las medidas de seguridad de esta pinacoteca, que el año pasado recibió nueve millones de visitantes, 80 % de los cuales extranjeros.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ordenó el miércoles «acelerar» el refuerzo de la seguridad.
Macron «indicó que se estaban implementando medidas de seguridad en el Louvre» y solicitó acelerarlas, explicó Maud Bergeon, vocera del gobierno.
Los hechos ocurrieron el domingo justo después de la apertura del museo, cuando un comando de cuatro individuos estacionó un montacargas bajo uno de los balcones, dos de ellos subieron a él y con una sierra radial entraron en la sala a través de una ventana.
Los ladrones robaron nueve joyas, entre ellas una diadema de perlas de la emperatriz Eugenia y un conjunto de collar y pendientes de zafiros de la reina María Amelia. En su huida, una de las piezas, una corona, fue abandonada.
– «Una supuesta mudanza» –
La investigación «avanza», aseguró a los medios franceses CNews y Europe 1 el ministro del Interior, Laurent Nuñez, quien precisó que «más de un centenar de investigadores» están movilizados.
Los detalles del espectacular robo van trascendiendo con el avance de las pesquisas.
Los delincuentes obtuvieron el vehículo montacargas a través de «un seudoalquiler para una supuesta mudanza«, según la fiscal de París, Laure Beccuau.
«Cuando uno de los empleados de esta empresa se presentó en el lugar de la mudanza, se encontró con dos hombres amenazantes», pero no fueron violentos, agregó.
La fiscal también precisó que el servicio de conservación del Louvre estimó los daños en 88 millones de euros (102 millones de dólares), una suma «extremadamente espectacular» pero que «no es en absoluto paralela ni comparable a los daños históricos», lamentó.
Los ladrones «no ganarán» ese monto «si tienen la pésima idea de fundir esas joyas», advirtió.
– Vitrinas seguras –
La dirección del Louvre defendió la calidad de las vitrinas donde se encontraban las joyas, en respuesta a un artículo publicado por un periódico satírico que aseguró que eran «aparentemente más frágiles que las antiguas«.
Según el establecimiento, «las vitrinas instaladas en diciembre de 2019 representaban un avance considerable en términos de seguridad, ya que el grado de obsolescencia de los antiguos equipos era evidente».
Este miércoles, muchos esperaban ansiosos poder acceder al museo, y desde las 09H00 locales, hora habitual de apertura del centro, los primeros visitantes empezaron a entrar, constató una periodista de AFP.
«Teníamos muchas ganas de que estuviera abierto. Habíamos reservado para hoy, no habríamos tenido oportunidad de volver», dijo sonriente Fanny, que vino con su hija desde Montpellier, en el sur.
La galería de Apolo, sin embargo, permanecía cerrada, con tres paneles grises bloqueando la vista y el personal del Louvre pidiendo a los visitantes que siguieran circulando.
La presidenta directora del museo, Laurence des Cars, comparecerá este miércoles por la tarde ante la comisión de cultura del Senado, para intentar explicar cómo fue posible el robo.
Des Cars, que en 2021 se convirtió en la primera mujer en dirigir el Louvre, no se ha expresado en público desde el incidente.
Por su parte, la ministra de Cultura, Rachida Dati, descartó cualquier «fallo de seguridad en el interior» del museo, puesto que los dispositivos «funcionaron», y cuestionó en cambio la falta de seguridad «en la vía pública», lo que permitió a los ladrones instalar un montacargas.
En un informe preliminar consultado por AFP, el Tribunal de Cuentas francés lamentaba «el retraso en el despliegue de equipos destinados a garantizar la protección de las obras» del museo. El problema de seguridad, sin embargo, «no es nuevo» y era conocido por la administración, aseguró el miércoles el presidente de esta corte, Pierre Moscovici. AFP