La preparación de Cadillac para su debut en la Fórmula 1 en 2026 ha marcado un hito importante con su primera prueba en pista. El equipo llevó a cabo la actividad en el circuito de Ímola. Utilizaron un coche Ferrari de la temporada 2023 (el SF-23) y contaron con el piloto mexicano Sergio Pérez al volante.
Esta prueba, que siguió a trabajos previos centrados en la simulación, fue autorizada gracias al acuerdo de suministro de unidades de potencia cerrado con Ferrari. De esta manera, se cumplió con la normativa que permite testear con monoplazas de temporadas anteriores.
El objetivo principal del test, según el jefe del equipo Graeme Lowdon, no era evaluar el rendimiento del coche; sino proporcionar experiencia práctica al personal de Cadillac en un entorno real de la Fórmula 1. Alrededor de 20 empleados de Cadillac, asistidos por unos 30 de Ferrari, se enfocaron en probar los procesos. También se centraron en la integración operativa entre ingenieros y mecánicos.
Lowdon destacó que la intención es «poner a prueba a las personas, no al coche». Es fundamental asegurar que los mecánicos de Cadillac obtengan la misma experiencia que cualquier otro equipo de la parrilla antes de la llegada del monoplaza del nuevo reglamento de 2026. Con esto, Cadillac busca construir una base operativa sólida de cara a su esperado ingreso a la máxima categoría. (D)












