Roberto Ordóñez fue uno de los pilares del histórico ascenso de Cuenca Juniors a la Serie B del fútbol ecuatoriano. Capitán, referente y goleador, el experimentado delantero aportó no solo con goles, sino también con liderazgo y convicción en un plantel joven que hizo historia para el balompié azuayo. A sus 40 años, la ‘Tuka’ asegura que todavía tiene fuerzas para seguir compitiendo y ya proyecta su futuro más allá de las canchas. En conversación exclusiva con Diario El Mercurio, Ordóñez repasa el logro alcanzado, su presente, su carrera y los sueños que lo mantienen vigente.
— Roberto, han pasado pocas semanas del ascenso de Cuenca Juniors a la Serie B, contigo como capitán y figura. ¿Qué sensaciones te deja este logro?
Muy contento y agradecido con Dios, porque él fue el pilar fundamental de todo esto. Lo que hicimos como grupo fue creer. Teníamos un plantel corto, con muchos juveniles, pero confiamos firmemente en que se podía. Sabíamos que el objetivo era llegar a la Serie B y gracias a Dios lo logramos.
— ¿Qué fue lo que marcó la diferencia en este equipo para alcanzar el ascenso?
La fe, la unión y el sacrificio. Segunda Categoría es durísima, cada partido es una batalla. Pero el grupo creció mucho, no solo en lo futbolístico, sino también en lo humano y espiritual, y eso fue clave.
— A tus 40 años sigues siendo determinante. ¿Cuántos años más te ves jugando?
Le he pedido a Dios que me regale dos años más de fútbol. Tengo metas claras y quiero seguir siendo un ejemplo para los chicos, demostrar que con disciplina, esfuerzo y fe se puede competir a buen nivel.
— ¿Cómo se dio tu llegada a Cuenca Juniors cuando tenías otras opciones?
Todo se dio muy rápido. Me presentaron el proyecto, vine a conocer la ciudad, el complejo y la idea del club, y me gustó mucho. Cuenca es una ciudad tranquila, que te permite soñar, y además había un proyecto serio.
— ¿Qué significó trabajar con Leonardo Vanegas?
Muchísimo. Es un entrenador sabio, ganador y con mucha fe. Me dio la confianza para liderar dentro del campo y transmitir mensajes al grupo cuando se necesitaba.
— Se te vio muy cercano al grupo, sobre todo a los juveniles. ¿Cómo asumiste ese liderazgo?
Siempre quise transmitir fe, confianza y tranquilidad. Nunca llegué como el indiscutible, fui uno más. Me tocó correr, sudar y trabajar como todos. El respeto se gana así.
— Más allá del fútbol, hablas mucho de formar personas y de tu fundación. ¿De qué se trata ese proyecto?
Mi sueño es fomentar valores y disciplina. Yo pasé muchas dificultades de joven y quiero ayudar a chicos que hoy no tienen oportunidades, enseñarles a soñar y a luchar por sus objetivos.
— Mirando tu carrera, ¿con qué te quedas?
Con el cariño de la gente y el respeto. Los títulos son importantes, pero lo que queda es la parte humana.
— ¿Qué mensaje le dejas al hincha de Cuenca Juniorsy a la afición que te ha acompañado?
Que sigan soñando. Yo soy un soñador y gracias a eso estoy donde estoy. Nada es fácil, pero con esfuerzo y fe todo es posible. Este ascenso es solo el comienzo. (D)












