Serrat y Sabina, Sabina y Serrat, juntos y por separado, han llenado en la noche del lunes de buena música, bromas y recuerdos el escenario de un Wizink Center abarrotado en el primero de los cuatro conciertos previstos para Madrid de estos dos colegas y amigos en su tercera gira, «No hay dos sin tres».
Amigos incombustibles que han compartido también atuendo en las primeras canciones, unas americanas negras con flores, eso sí, Sabina con su tradicional bombín, y que han hecho disfrutar y reír al público con sus canciones de siempre, algunas anécdotas de sus largas carreras y guiños a la actualidad a lo largo de casi tres horas.
Tras interpretar su primer tema, «Voy a salir esta noche contigo», se han preguntado: «¿Y qué hacemos aquí juntos de nuevo, juntándonos y separándonos como replicantes Elizabeth Taylor y Richard Burton?».
Y han recordado cuando a uno de los Rolling Stones le preguntaron en una entrevista si seguían de gira por dinero y él respondió: «¿Y qué hay de las chicas y las cervezas».
Ellos se van de gira compartida, han explicado, «amablemente invitados» por sus familias y porque, dicen, al ir juntos «trabajando la mitad ganamos el doble».
Una introducción tras la que han anunciado «un concierto antológico que es una retrospectiva» que iba a comenzar con «una canción que tienen en su memoria más ancestral», para empezar a cantar «Cinco lobitos tiene la loba».
Pero no… Y con las risas del público han interpretado «No hago otra cosa que pensar en ti» juntos para, a continuación, Serrat cantar «Las malas compañías», después de asegurar, solo en el escenario, que Sabina no era tan buen amigo como parecía y que creía que Netflix «son unas toallitas desechables para las pérdidas de orina».
Ha sido una de las primeras alusiones a la edad de ambos a lo largo del concierto, porque Sabina ha explicado a continuación que no le decía nada a Serrat porque sus padres le enseñaron «a no quitar la razón a las personas mayores».
Pero también ha habido algunas bromas relacionadas con la actualidad como cuando Serrat ha jurado «por el flequillo de Puigdemont» o Sabina ha amenazado a su colega: «Y si cuentas la verdad te voy a poner un pin parental».
También han bromeado con su amistad, una «hermandad sublime que es puro marketing para que la gente comprara entradas. ¡Y nos ha salido de pura madre!».
Tras compartir el escenario con «Qué hermosas eran», Serrat ha proseguido con «Una canción para Magdalena» y «Es caprichoso el azar», mientras que Sabina le ha sucedido con «A la sombra de un león», que ha dado paso a la mítica » 19 días y 500 noches» que el público ha coreado, acompañado con palmas y olés.
Los asistentes han seguido cantando con Serrat y su «Tu nombre me sabe a hierba» y el barcelonés ha recordado cómo, cuando preparaba su primer disco con poemas de Miguel Hernández, Alberto Cortez le «prestó» una de ellas, la tierna «Nanas de cebolla», que ha interpretado a continuación.
Incombustible, Sabina ha puesto en pie al público para bailar «Princesa», al que ha seguido otro de los momentos más emocionantes del concierto: la interpretación conjunta de «Cantares» con los versos de Antonio Machado.
«Lucía» y la mítica «Mediterráneo» han mantenido al público en pié, esta última con imágenes del mar y pateras con inmigrantes. Luego, se han enfundado vestidos de piratas, para cantar, por supuesto, «La del pirata cojo».
De la mano de Sabina ha llegado el homenaje al público madrileño con su «Yo me bajo en Atocha». Y entonces ha sido el momento de sentarse en una mesa de café en el escenario y charlar sobre una «hijaputa» que había llamado anciano a un hombre de 64 años y, sobre todo, de poesía.
«Y sin embargo» , «Hoy puede ser un gran día», «Noches de boda» , «Y nos dieron las diez» han sido el broche final del concierto de Serrat y Sabina, que han vuelto al escenario con el primer bis, «Contigo».
Sabina ha recordado después cómo comenzó cantando en el metro de Londres canciones de Serrat: «Nunca pensé que compartiríamos escenario en Madrid», ha rememorado, para explicar a continuación que con sus letras aprendió catalán.
«Porque no soy nada partidario de las fronteras. Pero las lenguas me parecen sagradas», ha dicho Sabina. Y ambos han interpretado «Paraulas de amor», muy aplaudida por el público, para despedirse con «Pastillas para no soñar». EFE