El nuevo coronavirus detectado en China provoca unos síntomas similares al Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS) y ha infectado mayoritariamente a individuos que presentaban buena salud, según dos estudios publicados este viernes por la revista científica The Lancet.
El virus 2019-nCoV, que ha dejado hasta ahora al menos 26 muertos entre 887 contagiados, puede transmitirse de persona a persona y es capaz de propagarse entre ciudades, subrayan esos estudios.
Muchos de los casos diagnosticados están ligados al mercado de Huanan, en la ciudad china de Wuhan, donde se vendían animales recién sacrificados, si bien la fuente original de la infección sigue siendo desconocida.
Los científicos señalan que el 2019-nCoV guarda semejanzas con otros coronavirus detectados en murciélagos chinos.
Se trata del séptimo coronavirus conocido que provoca enfermedades en el tracto respiratorio de las personas, si bien hasta ahora tan solo el SARS y el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (MERS) habían desencadenado amplios brotes con víctimas entre humanos.
Por ahora no existen medicamentos antivirales ni vacunas con eficacia probada para combatir al 2019-nCoV.
En el primero de los dos estudios divulgados por The Lancet, desarrollado por la Academia China de Ciencias Médicas (CAMS), los investigadores han analizado a los primeros 41 pacientes infectados por el coronavirus, ingresados en hospitales de Wuhan entre el pasado 16 de diciembre y el 2 de enero.
Los pacientes tenían una media de edad de 49 años y más de la mitad de ellos (27, el 66 %) había visitado el mercado de Huanan.
Como ocurre con el SARS, la mayoría de ellos eran individuos sanos. Menos de un tercio de los casos detectados se produjeron en personas con problemas crónicos previos como diabetes (8 pacientes, el 20 %), presión alta (6 pacientes, el 15 %) y enfermedad cardiovascular (6 personas, el 15 %).
En relación a los síntomas, todos los pacientes ingresados presentaban neumonía y casi todos ellos fiebre (el 98 %, 40 pacientes).
El 76 % padecía tos (31 personas) y el 44 % fatiga (18), mientras que más de la mitad tenía dificultades respiratorias (22 pacientes, el 55 %), el 8 % sufría dolor cabeza (3 personas) y el 3 % diarrea (un paciente).
«Si bien comparte síntomas con el SARS, como la fiebre, la tos seca y la dificultad para respirar, hay algunas diferencias, como la ausencia de síntomas en el tracto respiratorio superior, como rinorrea (secreción nasal), estornudos y dolor de garganta», indicó el autor principal del trabajo, Bin Cao.
El segundo estudio publicado en la revista británica analiza los casos de una familia de siete personas que se presentaron en un hospital con síntomas de neumonía.
Los médicos identificaron al 2019-nCoV en cinco de ellos, que habían viajado a Wuhan, y en otro que no había visitado esa ciudad, mientras que el séptimo, un niño, que según su madre había llevado una mascarilla quirúrgica, no estaba infectado.
Los investigadores apuntan además al caso de otro niño que resultó infectado con el nuevo coronavirus pero no llegó a mostrar síntomas clínicos, lo que sugiere que hay individuos que pueden propagar la infección sin saber que son portadores del virus.
Los datos recabados son «consistentes con la transmisión de persona a persona del nuevo coronavirus en entornos hospitalarios y familiares, así como con las informaciones de viajeros infectados en otros países», apuntó Kwok-Yung Yuen, de la Universidad de Hong Kong.
«Dado que la infección asintomática parece posible, para controlar la epidemia será necesario aislar a los pacientes, así como detectar y poner en cuarentena a sus contactos tan pronto como sea posible», agregó. EFE