La empresa pública municipal más grande e importante del cantón Cuenca, proveedora de servicios básicos y esenciales como: agua potable, saneamiento, telecomunicaciones, internet, cuidado de cuencas hídricas, creció y se fortaleció acorde al ritmo exigido por la ciudad y siempre con tecnología moderna. Su posicionamiento entre las mejores empresas de América, fue por su reconocida eficiencia en la prestación de estos servicios y la colaboración ciudadana en el cuidado de la infraestructura, el pago oportuno por los servicios recibidos.
Pero tan importantes logros se están diluyendo año tras año, ya no es una empresa autónoma en el orden administrativo y sus problemas económicos son cada vez más acuciantes. A decir del propio Gerente Eco. José Luis Espinoza los ingresos mensuales no permiten cubrir ni siquiera los gastos operativos, esperándose un déficit de 12 millones en este 2020.
La abultada nómina de personal supera los 1.400 colaboradores y representa una erogación de 3 millones de dólares mensuales. El costo de producir un metro cúbico (m³) de agua es de 1,35 dólares y se cobra entre 60 y 70 centavos. La ejecución de obras para dotar de agua y saneamiento es cada vez más costosa, como ejemplo la planta de aguas servidas a construirse en Guangarcucho demanda 70 millones de dólares.
Complejo el camino para solucionar esta preocupante problemática que no solo está en el incremento de tarifas de agua, sino en impedir la nefasta influencia politiquera municipal que lo han considerado como “caja chica” y para el pago de favores partidistas. Profesionales expertos en gestión pública consideran que ya no puede ETAPA seguir siendo municipal, pero sí pública, que pertenezca a sus usuarios, con verdadera autonomía económica, financiera y administrativa, en la que cuenten tan solo los intereses colectivos, el crecimiento cantonal y su desarrollo. (O)