Recién recuperada de COVID-19, la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, acusa al Gobierno de Ecuador de haberles dejado «solos» ante la emergencia sanitaria y clama por ayuda internacional para combatir la epidemia en la segunda urbe del país.
Regidora de la ya conocida como la «Wuhan ecuatoriana», por el alto índice de contagios per cápita, la política conservadora no oculta su indignación con el Ejecutivo, al que acusa de una pobre reacción que condujo al colapso del sistema sanitario y a una grave crisis con cientos de cadáveres en calles y domicilios.
Y es que la provincia de Guayas, de la que Guayaquil es capital, concentra el 73,7% de los casi 7.161 positivos a nivel nacional, y 159 de los 297 fallecidos oficiales.
El primer caso, importado de España, se reportó en Guayaquil el 29 de febrero, y hasta dos semanas después, el Gobierno no decretó el estado de emergencia nacional, para posteriormente declarar la ciudad «zona especial de seguridad».
-Ni un año al frente de la Alcaldía y le ha tocado lidiar con uno de los escenarios más adversos. ¿Por que se tardó tanto en reaccionar?
«Cuando empezó el caso cero, reuní a los funcionarios municipales y les dije: ¡Estamos solos! El Municipio no puede parar, tenemos que vérnoslas por nosotros mismos… Pero nunca pensé que íbamos a llegar al punto al que hemos llegado».
«O nos unimos en esto, el Gobierno deja de hacer política y acepta que somos un solo país y trabajamos en conjunto, o sencillamente me lo salto y empiezo a hacer (yo) un plan de aislamiento en la ciudad».
-El Gobierno ya decretó un aislamiento nacional. ¿En qué consistiría su plan?
«Un plan como el de Corea, de aislamiento total de los puntos de mayor contaminación, que incluya hacer pruebas a millares, y no a 15.000 en un país donde en una sola ciudad, como Guayaquil, tienes a casi tres millones de habitantes».
«Si no separamos a los barrios que mayor contaminación tienen, los resguardamos con las fuerzas armadas, los alimentamos, desinfectamos, sacamos a las personas contagiadas y las curamos para que regresen al barrio, esto no va a terminar nunca».
«Propuse (al Gobierno Nacional) un plan de aislamiento hace dos semanas para que nos dijera cuáles eran los sitios críticos… ¿Sabes qué respuesta he tenido?: ¡Nada en dos semanas!».
-Lo que ha sucedido en las últimas semanas parece sacado de una película de terror. ¿Qué valoración le merece?
«Se ve como es. Guayaquil no es la peste mundial, somos las víctimas de una pandemia que no buscamos y que ni las grandes potencias han podido superar».
«Necesitamos auxilio, que vengan médicos, ayuda logística y técnica a nivel internacional de los países que ya pasaron por esta pandemia, de las empresas a nivel mundial que pueden mandarnos médicos, respiradores, oxígeno, medicinas y pruebas para el coronavirus».
-¿A qué factores achaca lo que ha sucedido con los cadáveres, ha sido falta de coordinación con el Gobierno?
«El sistema de salud y la fuerza pública le corresponden al Gobierno central. En esta ciudad después de las dos de la tarde (cuando entra en vigor el toque de queda) lo único que se oye son ambulancias, 25 puestas por nosotros (Municipio), sin que sea de nuestra competencia».
«Este marzo hemos tenido 1.500 muertos más respecto al mismo mes de 2019, no solo de COVID-19, (porque) aquí no hay hospitales para nadie, ni para los vivos ni para los muertos».
«!Han muerto 100 personas por insuficiencia renal! Empezaron a morir personas en sus casas, afuera de los hospitales, en las calles, aceras, se desbordó el sistema sanitario, las morgues y los cementerios. De repente, nos volvimos noticia mundial».
«Solamente el Municipio ha perdido a 45 funcionarios, principalmente los que recogían cadáveres. En dos semanas se pudieron recoger 500, sin contar con los de los hospitales».
-¿Porqué se desbordó el sistema de salud en Guayaquil?
«Este país tenía un sistema sanitario que ni siquiera estaba listo para tratar normalmente la vida de los ecuatorianos, y cuando viene una pandemia como esta, que no la teníamos hace 170 años, el sistema reventó».
«Lo lamentable es que en Guayaquil en este momento enfrentamos una crisis sanitaria con los mismos recursos que teníamos antes de la pandemia».
-Esta semana hemos conocido un nuevo escándalo, el de los supuestos cobros por la entrega de cadáveres en hospitales de la ciudad…
«La gente ha ‘perdido’ a sus muertos, no los encuentran en los hospitales, les han cambiado el nombre o sencillamente no tienen el nombre (identificación) y, entonces, cuelgan en las redes ese grito de auxilio: ¿Dónde está mi padre?, ¿dónde está mi madre?».
«Llevaron mal en el Gobierno central una pandemia como esta y yo tengo que decirle al mundo lo que está pasando: ¡Sí, estamos desbordados y han hecho las cosas mal».
-¿Dónde está el Ayuntamiento en esta crisis?
«Suspendí toda obra en el Municipio y redireccioné los recursos para complementar la ayuda del Gobierno en cementerios, camas y contenedores (morgues temporales)».
«Hemos puesto 540 camas a disposición del Ministerio de Salud. Empezamos a utilizar un hospital abandonado durante cuatro años, estamos construyendo dos cementerios con capacidad para 12.000 tumbas».
«Una sola petición le hago al presidente de la República: Déme la fuerza pública necesaria para poder cercar los sitios con mayor contaminación, hagan las pruebas y retire a los enfermos, que yo me encargo de mantener esos barrios con alimentación y desinfección todos los días». EFE