Por Aída Zhingre
El COVID 19, una pandemia amenazante que ha removido todo. El Hospital Regional Vicente Corral Moscoso, que está en primera fila dando respuesta a esta emergencia en la región, recibió al primer paciente el 13 de marzo del 2020.
Reuniones, capacitaciones y simulacros marcaron la etapa preparatoria. El proceso tuvo una ventaja, varios profesionales entre ellos el gerente y médico Iván Feicán, ya habían batallado en el año 2009, en la pandemia H1N1.
Para Feicán, que en lucha contra la cuarta pandemia en lo que va de su vida profesional, (Cólera, H1N1 y el Ébola), la mayor satisfacción contra el coronavirus es haber encontrado el compromiso de todos, su ejército dice, son las casi 900 personas de la institución, “nadie me ha dicho no”.
La acción: a una carpa se derivó a los usuarios del área de triage; los que no tenían afecciones respiratorias a 5 centros de salud. Se habilitó el triage 2 en el centro de trauma para quienes requieren respiradores; ya se tiene la alternativa en caso de no darse abasto.
“Lo que se hizo nos dio la razón, hay un número acorde a la expectativa. Por hubiera más pacientes, se cerró emergencia y se ubicó ahí a los pacientes con problemas leves de COVID 19; los de nivel comunitario fueron a casa con seguimiento médico”, explicó el galeno.
Se prepararon salas con oxígeno. Emergencia está en consulta externa. Se vive la fase 3, hay la esperanza de que no se dé en el país y en Azuay, eso implicaría desocupar el hospital; sin embargo ya hay un plan con empresas privadas para una eventual derivación de pacientes.
Había capacidad para 30 pacientes Covid-19 y se incrementó a 70 camas; 20 son para cuidados intensivos. Se ha dado el alta a 24; están internados 29 (positivos y sospechosos), 12 críticos y 14 estables.
Hay 16 respiradores, aún es poco. Al Centro de Alto Rendimiento en Totoracocha van quienes cumplirán los 14 días aislados hasta que se negativice su enfermedad. “Esto tuvo respuestas negativas. Pero, más probabilidad de contagio tiene el que va al mercado o feria en medio de tanta gente, que el vecino de un centro como éste, donde los contagiados están internos y controlados por médicos”, explicó.
Destaca la respuesta solidaria de toda la sociedad. Cree que la realidad de Guayaquil tiene que ver con la no acogida de las medidas preventivas, sugiere, “Quédate en Casa”, dice que en Azuay sí está dando resultado, pero no hay que olvidar que Guayas es vecino.
El índice de mortalidad es bajo (2 a 3 %), se teme al contagio masivo que complica más, a pacientes con otros males y de edad avanzada. La limpieza de superficies, mesas y más, con alcohol es clave. Una vez controlado, habrá casos al igual que de H1N1, pero mejor tratados al no darse situaciones masivas, será llevadero.
“Si se le presenta un caso tenga fe en lo que se pueda lograr el médico, el resto es la familia, el paciente y la comunidad, a luchar juntos”, Iván Feicán.