Hay luto en el Deportivo Cuenca Femenino. Michelle Cordero, Carol Suárez y Cristina Vintimilla no pudieron dar el último adiós a sus seres queridos. No pudieron regresar a sus provincias debido al confinamiento por el Covid 19.
Michelle jugó en Barcelona SC en 2019 y este año se incorporó al vigente campeón de la Superliga Femenina. Está alojada en el departamento que alquiló el club morlaco para las jugadoras que llegaron de otras provincias, principalmente de Guayaquil. No pudo ir a casa para despedir a su familiar.
Con Carol sucedió lo mismo. La guayaquileña se integró este año a las Leonas procedente del Real Fortaleza. “Amaría verte por última vez, pero me quedo con aquel abrazo que me diste la última vez que fui donde ti y aquella última llamada papá. Se que no fui la mejor hija, al menos intenté cumplir lo que querías, que me gradúe, lo hice, dije que iba por otro sueño, me apoyaste con lo que pudiste y te agradezco…”, escribió en redes sociales.
Por el mismo medio, “Tity” Vintimilla, oriunda de La Troncal, provincia del Cañar, rindió un homenaje post mortem a su papá Carlos. Ella ha hecho su vida en Cuenca. Fue seleccionada del Azuay y reforzó al Quito FC, Carneras UPS y Aviced FC antes de enrolarse al Expreso Austral.
“No pude estar a su lado cuando se marchó a mejor vida… nunca se sabe cuándo termina la vida de una persona, y no esperaba que la suya se fuese así, sin despedirme… usted me llevaba a jugar indor fútbol en las fiestas del Guarainag y se sentía muy orgulloso porque siempre ganaba y yo me sentía muy orgullosa de que usted fuera mi padre y también por que ganaba en el voli (ecuavoley), lo que tanto amaba jugar…”.
El profesor Diego Zhañay, preparador físico, tampoco pudo sostener su tristeza, a finales de marzo, por la muerte de su padre. “No estaba listo para perderte físicamente… Adiós mi gran líder, mi gran héroe, mi ejemplo a seguir…”, expresó. (BST)-(D)