Lo virtual al servicio de la fantasía. Escritora ofreció por Facebook hacerlos para los pequeños, un alivio mutuo de la cuarentena
Quién no recuerda las palabras con que empezaban los cuentos para niños: “Había una vez…” Hoy, en plena cuarentena y aislamiento colectivo, la frase introductoria de los relatos infantiles revive en audiocuentos personalizados, creados exclusivamente para los niños que los solicitaron por la página de Facebook de la autora.
Los audiocuentos son un recurso para atraer, especialmente a la niñez, a la literatura, al resaltar la imaginación y fantasía; y Karola Álvarez, médica, escritora, amante de los niños, las mascotas y la literatura, ha producido en los últimos días de confinamiento unos 20 audiocuentos dedicados a niños cuyos padres los pidieron por Facebook.
“Había una vez un hermoso unicornio llamado Zhin, que vivía en una aldea de hadas. Las hadas, todos los días, cultivaban aguacates. En su huerta gigante crecían aguacates verdes, amarillos, violetas, rojos. Las laboriosas haditas salían a venderlos en el mercado mágico de la aldea, montadas en el unicornio Zhin…”
Así empieza una de las creaciones. Para sobrellavar el encierro en un departamento, la doctora Álvarez cuenta que, en un momento de oración, surgió, como una inspiración, el ofrecerse “ser un instrumento de alegría en este tiempo, en vista de que como médico no he podido trabajar.”
“Creo que sí fue el Espíritu Santo que me dijo: bueno, pues, hay que llevar un poco de felicidad a los niños que en estos días están siendo, también, guerreros al no estar en sus escuelas, con sus amigos…”, manifiesta.
Los cuentos personalizados, duran de uno y medio a cinco minutos, escritos a base de los testimonios de los padres sobre los gustos de sus hijos y suman la ficción con el chiste, elementos que pueden parecer absurdos o fantásticos pero el niño se va a reír, cuenta la autora.
“…las personas que no tenían dinero, pedían a las hadas que les intercambiaran sus aguacates por sus papas y, al llegar a su casa de chocolate, las hadas se hacían en enorme plato de papas fritas…” A una niña que le gustan los unicornios le puede gustar también la crema de pollo.
El cuento del unicornio fue dedicado a la niña Ámar Constanza, sobrina de una amiga de la escritora. Para una pequeña que, por gordita y que le gustaba abrazar, sufrió buling de sus compañeros, también se le hizo un cuento.
Otro fue para para “una nena de un año y medio cuya mamá contó que le gusta el yogur y el oso Winie Pooh… así, en el desarrollo del cuento, sale la fantasía.”
Tomar las peticiones, pensar en los gustos de los pequeños, escribir los cuentos, dramatizarlos y enviarlos por Messenger o Whatss app a los padres a fin de que los escuchen con sus hijos, ha sido para la escritora un modo de no caer en la tristeza.
Recibir de vuelta los testimonios de los niños y padres le ha sido inspirador y un aliciente. “Me escribieron unos gemelos y unas niñas”, señala la escritora. (AVB)-(I)
Las letras
Karola Álvarez escribe desde la época colegial. Al momento ha publicado el libro de cuentos “De miel ají y veneno” con editorial El Conejo; es autora también de otros libros como “Las razones del corazón” (poesía), “Mis dos sombras y yo” (poesía), además de otros que están en vía de publicación, tanto en el género de poesía, cuento y además una novela. Además de médico, ha prestado servicio en la cátedra universitaria. Lectora, apasionada, sobre todo, junto con la escritura. (I)