Un total de 697 pruebas rápidas se han efectuado a personas privadas de la libertad (PPL) en el marco de la emergencia sanitaria por COVID-19, en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) Turi, en Cuenca.
Además, como parte del plan de contingencia de salud están en aislamiento 167 PPL, entre hombre y mujeres, en un espacio destinado para tratar afecciones asociadas al coronavirus.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) señala que el número de personas aisladas puede variar pues presentan sintomatología viral y se encuentran a la espera del resultado oficial de las pruebas PCR tomadas por el Ministerio de Salud Pública (MSP).
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Esta semana, los reclusos de este centro penitenciario se amotinaron como forma de reclamar intención sanitaria, esto tras la muerte de un interno que estaba hospitalizado a causa de COVID-19; y varios contagiados. El pedido fue que se dote se elementos de bioseguridad como mascarillas, desinfectante entre otros elementos que permitan la limpieza y se evite un contagio masivo.
Como parte de las medidas articuladas entre Rómulo Montalvo, director del CRS Turi, e instituciones como la Prefectura de Azuay, está la dotación de insumos. Al momento, 2.000 mascarillas fueron donadas y entregadas a las personas privadas de libertad.
Ayer, la Gobernación del Azuay informó que hubo coordinación con personal del Cuerpo de Bomberos de Cuenca para desarrollar labores de sanitización en el ingreso y los pabellones del centro de rehabilitación.
Actualmente, la población penitenciaria del CRS Turi bordea las 2.600 personas. -(I)
