Varios clubes de la primera división del país han sufrido el éxodo de jugadores debido a la crisis económica ocasionada por la pandemia del coronavirus, que paralizó el fútbol local en marzo y que se espera que se reanude el 17 de julio.
Clubes como Olmedo, Deportivo Cuenca o Liga de Portoviejo han reconocido haber perdido a jugadores, pero otros van por el mismo camino porque no han llegado a acuerdos para la reducción de salarios como consecuencia de la crisis.
Olmedo perdió al defensa central colombiano Julio César Murillo y hasta corre el riesgo de ser demandado penalmente.
«Quise arreglar mutuamente pero no ha dado respuesta la presidenta (Mayra Argüello). Me adeudan tres meses y espero me paguen, de no darse esa situación optaré por la vía legal», señaló el colombiano.
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«En tres meses no recibí ni una llamada. El vicepresidente me bloqueó. En esta situación tan difícil era para que uno pudiera sentir el apoyo. Tal vez no económico, pero si un respaldo de ‘Sí, aquí estamos con ustedes’, pero no, no lo sentí», añadió Murillo.
El cuerpo técnico de Olmedo, comandado por el argentino Darío Franco, retornó a su país en abril pasado en un vuelo humanitario, y en fuentes del club desconocen de su regreso.
Por su parte, el centrocampista local Kener Arce, prefirió dar un paso al costado que aceptar la reducción de sueldo en el Deportivo Cuenca, otro de los equipos más afectados por la crisis.
El defensa Jefferson Sierra, también del Cuenca se lamentó la semana pasada de «no tener dinero para el pasaje de regreso a Cuenca».
«Nos deben tres meses. Yo quiero seguir en el equipo pero no tengo tampoco para pagar el arriendo del departamento«, aseguró.
El centrocampista uruguayo Nicolás Queiroz se quejó a su vez de que los directivos de Liga de Portoviejo «no me han dado ni siquiera 5 dólares durante todo este tiempo», mientras el presidente del club, Roberto Rodríguez, aseguró: «Se le ha pagado un salario básico como a todos los jugadores».
El defensa central uruguayo Martín González tampoco seguirá en Liga de Portoviejo pero por decisión técnica, y el entrenador del club, el argentino Rubén Darío Insúa, retornará en los próximos días desde Argentina para continuar al frente del equipo.
El presidente de Barcelona, Carlos Alfaro Moreno, resaltó que en este momento «todos debemos, lo importante será dar la cara. Estoy convencido que cuando se reactive el fútbol, se reactivará la economía».
Liga de Quito logró ponerse de acuerdo con su plantilla en la reducción de sueldos y su principal figura Antonio Valencia, pidió que el total de su salario fuera distribuido entre los empleados del club en un hecho resaltado por los directivos de Liga.
Emelec, considerado como uno de los equipos mejor organizados en temas económicos, manejó casa adentro el tema salarial con sus jugadores y cuerpo técnico, pero su presidente, Nassib Neme, anticipó que debido a la crisis ocasionada por la COVID-19 se dejará de contratar refuerzos en los próximos dos años.
Los directivos de los clubes y de la LigaPro se reunirán este miércoles para establecer la reanudación del torneo desde el 17 de julio venidero, aunque sin la presencia de público en los estadios debido a las exigencias sanitarias decretadas por el Gobierno local mientras dure la pandemia. EFE