EDITORIAL|
Algunos gobiernos locales – prefecturas, municipios- gastan más en sueldos que en obras. En la comparecencia del Ministro de Economía ante la Comisión respectiva de la Asamblea Nacional, sostuvo con cifras que mientras las normas vigentes disponen que no más del treinta por ciento del presupuesto de esos gobiernos puede emplearse en sueldos, varios de ellos superan ese porcentaje. Los gobiernos locales tienen como función realizar obras y brindar servicios básicos para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía. Para cumplir con esos fines disponen de recursos que provienen de recaudaciones propias y de asignaciones del Estado central. Pero, parecería ser que algunos municipios y prefecturas tienen como objetivo dar empleos y pagar sueldos, antes que atender las necesidades de la comunidad.
De acuerdo a las cifras presentadas por el Ministro Martínez, son generalmente los municipios pequeños los que gastan más en sueldos y, menos en obras. Algunos de los más grandes -en cambio- son más eficientes y destinan más recursos a obras y menos a sueldos. El caso de Guayaquil es un buen ejemplo de destinar más presupuesto a obras antes que a gastos corrientes. En la misma comparecencia el Ministro sostuvo que en términos generales los municipios del país destinan el cuarenta por ciento de sus presupuestos a cubrir la masa salarial. Se trata de una realidad que no puede mantenerse así.
A esa realidad en el campo salarial debe agregarse en numerosos gobiernos locales el alto porcentaje del presupuesto destinado al funcionamiento de esos organismos. Arriendos de locales, gastos en vehículos- a veces de un lujo que contrasta con la pobreza de pequeños cantones- viáticos y traslados acaban muchas veces -sumados a los sueldos- dejando porcentajes insignificantes para obras y servicios. Por ello suele decirse que a veces esos organismos sirven mayoritariamente para pagar sueldos de sus empleados antes que para servir a la gente.