“Ser un ejemplo para los hijos”, es el ideal en el que coinciden Wilmer Chacón, Fabricio Fernández, Richard Figueroa y Henry León, padres de familia que laboran en la Empresa de Movilidad (EMOV EP), quienes conjugan su labor del área de trabajo con la de ser padres.
Wilmer Chacón lleva año y medio en la empresa, en el Departamento de Señalización y Semaforización. Con su horario de trabajo -rotativo- se las arregla para estar pendiente de sus tres hijos y de su compañera de hogar.
“Lo que uno busca es ser mejor cada día, para que nuestros hijos sigan un buen ejemplo, y sentirnos orgullosos de ellos. Ser padre es la labor más bonita que existe”, reflexiona.
Su esfuerzo de cada noche, en la señalización de líneas sobre la calzada y el frio de la madrugada, lo recompensa por las mañanas al despertar a sus hijos y tener el cariño de su familia. Wilmer anhela concretar sus sueños: incursionar en el arte de ser DJ, y retomar su actividad deportiva, así como lo hizo en su tiempo al trabajar como chofer profesional.
Fabricio Fernández, labora en el área de Movilidad No Motorizada, y su motivación, para pedalear cada día y controlar el uso adecuado de las ciclovías, es su hijo de siete meses. “Mi trabajo se enfoca en la vigilancia en las rutas de bicicleta, en concientizar a la ciudadanía a respetar a los ciclistas. Es un trabajo clave para ser mejores humanos, al relacionarnos con los demás y en especial con nuestra familia”, señala.
El mejor regalo que Dios le dio, es la sonrisa de su hijo, que es la fuerza para avanzar y no dejar de pedalear.
La lista de padres de familia es amplia. Richard Figueroa es el encargado de la logística de eventos, fotografía y aporte en comunicación de la empresa. Su labor muchas veces se extiende hasta los fines de semana.
“Agradezco a Dios por la familia que me brindó, y es por ellas va el esfuerzo extra. Los padres tenemos una gran labor y responsabilidad de ser mejores por los hijos, velar por su bienestar y enseñarles a ser solidarios con los demás”, acota Richard.
Henry León, trabaja siete años como agente civil de tránsito, por lo que los momentos en familia se acoplaron a sus horarios rotativos de control en las vías. Sus dos hijos y esposa son la fuerza que lo incentiva en las largas jornadas. “Como padres, tenemos la responsabilidad de llegar a casa sin los problemas de un mal día. Somos un espejo en el que ellos se reflejarán cuando sean grandes”, comenta León. -(I)