María Jacinta Almeida, activista por la despenalización de la homosexualidad en Ecuador, falleció luego de que su salud se agravó producto de los problemas pulmonares que tenía por su actividad comercial, informó este domingo la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh).
La entidad especificó en un comunicado que Almeida murió el sábado, pero no proporcionó más detalles sobre el suceso.
Almeida llegó a Quito cuando tenía 18 años y desde entonces se convirtió en una defensora de los derechos de la comunidad GLBTI y participó en las marchas del Orgullo Gay.
Luchó junto al colectivo Coccinelle y otras organizaciones sociales en el proceso de despenalización de la homosexualidad en Ecuador en las décadas de 1980 y 1990 cuando la homosexualidad era sancionada con la privación de la libertad.
La lucha y constancia de la comunidad GLBTI logró que el 25 de noviembre de 1997 fuera derogado el inciso primero del artículo 516 del Código Penal de Ecuador, que tipificaba como delito la homosexualidad.
Pese a esta resolución, los actos de discriminación, los golpes, las detenciones ilegales e incluso las muertes violentas contra las personas trans continuaron, indicó Inredh.
Inredh recordó que Almeida no solo fue integrante de Coccinelle, que logró la despenalización de la homosexualidad en Ecuador, sino que su accionar fue fundamental para la construcción de la Nueva Coccinelle, cuyo primer paso fue presentar, el 17 de mayo del 2019 una denuncia en contra del Estado ecuatoriano por el delito de lesa humanidad y el de persecución ocurrido en los ochenta y los noventa.
«El informe de la Comisión de la Verdad reconoció que las graves violaciones de derechos humanos cometido por Estado desde 1984 hasta 2008 tenían como víctimas también al grupo GLBTI», agregó Inredh.
Sin embargo, anotó, las denuncias de la comunidad GLBTI no se detallaron a profundidad, por esta razón la denuncia presentada el año anterior busca impulsar la investigación, judicialización y sanción a los responsables «de las torturas, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas e incluso, posibles ejecuciones extrajudiciales contra la comunidad».
Inredh apuntó que «25 meses después de la presentación de la denuncia, los avances son ínfimos».
No se han incorporado los peritajes pendientes, no se han nombrado los peritos que se pidieron el anterior año para exámenes médicos y psicológicos, entre otros, indicó en el escrito.
Almeida «murió experimentado un sistema de justicia nulo. Murió sin el reconocimiento de la verdad de los hechos, sin que los responsables sobre las vejaciones a sus derechos sean judicializados y menos aún sancionados», apuntó Inredh.
La activista por la despenalización de la homosexualidad falleció el fin de semana en el que la comunidad GLBTI celebra por redes sociales el Día del Orgullo con arte, concursos y webinars, entre otras actividades.