El Consejo Nacional Electoral no aplazará la fecha de las elecciones, pese a pedido de partidos y movimientos.
El 16 de junio el Consejo Nacional Electoral (CNE) invitó a las organizaciones políticas para analizar el calendario electoral, que se ha visto alterado la COVID-19. De los 20 representantes de partidos y movimientos que asistieron, 17 solicitaron el aplazamiento de las elecciones.
Aunque inicialmente los cinco vocales estuvieron de acuerdo con este pedido, su presidenta, Diana Atamaint, cambió de opinión y decidió mantener vigente el calendario aprobado antes de la pandemia. Esto tras una resolución del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) que se opuso a cualquier modificación por vulnerar el Código de la Democracia y la Constitución.
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Con esta decisión, representantes de las organizaciones políticas se sienten burlados; pues afirman que su opinión fue solicitada en vano, pero sobre todo han iniciado una carrera contra el tiempo para cumplir con los plazos.
Afirman que los procesos de democracia interna, que deberán efectuarse del 9 al 23 de agosto próximos, serán los más afectados, pues cuentan con poco más de un mes para convocar a sus afiliados y adherentes y organizar eventos en los que se deberá respetar la distancia social.
Reglamentos
Para Geovanny Atarihuana, del movimiento Unidad Popular, exMPD, lo más grave es que han tenido que empezar con la organización de su asamblea nacional sin contar con reglamentos prioritarios como el de Democracia Interna y de Alianzas Electorales, los cuales todavía no han sido aprobados por el CNE.
“Lo que le decimos al CNE es que si tomó la decisión de no aplazar las elecciones, ahora nos entregue las reglas del juego, porque ni siquiera sabemos cómo debe ser nuestra Asamblea, si nos validarán la votación telemática; además nos tienen que decir cómo se aplicarán las alianzas; si este reglamento se aprueba después de las elecciones internas, para aliarnos tendremos que anular candidaturas”, explicó Atarihuana.
La salud
Alfredo Serrano, representante del Partido Social Cristiano (PSC), afirmó que la pandemia provocó un retraso de cuatro meses en la realización de sus elecciones internas.
Esto, en su partido será subsanado con reuniones telemáticas de sus delegados y con un sondeo que determine cuáles son los candidatos más opcionados.
Sin embargo, también insistió en la necesidad de la aprobación de los reglamentos, que permitan este tipo de reuniones.
A Gilmar Gutiérrez, del Partido Sociedad Patriótica, lo que le preocupa es la salud de sus afiliados, pues dentro de sus planes está la realización de reuniones provinciales para designar a delegados que votarán a nivel nacional.
“El CNE nos exige el voto universal y secreto, es decir que tienen que acudir a una urna. Cómo vamos a exponerlos así, sobre todo en los cantones que están en rojo, necesitamos que nos aclaren eso, pero no hemos tenido respuesta”. (ASM)-(I).
Retraso con interés político
Solo los movimientos Centro Democrático, Juntos Podemos y Fuerza Compromiso Social estuvieron en contra de la modificación del calendario electoral.
Virgilio Hernández, secretario de esta última organización, señaló que detrás de la intención de aplazar las elecciones está un interés político para mantener en el poder por más tiempo al actual Gobierno y permitir que la Corte Nacional deje en firme la sentencia en contra de Rafael Correa, para impedir su participación como candidato a la vicepresidencia.
Pero con esta visión no concuerdan los consejeros de minoría del CNE, lo que ha generado un nuevo conflicto interno.
El vicepresidente del CNE, Enrique Pita, y Luis Verdesoto dejaron claro que la decisión de Diana Atamaint de mantener el calendario es “unilateral, arbitraria, desafiante para con la opinión pública y provocador contra las unánimes sugerencias de la sociedad política”. (I).