El tablero político para las presidenciales aún es incierto

La campaña para las presidenciales en el país calienta motores en medio de la incertidumbre sobre las opciones para suceder a Lenín Moreno, en un país que arrastra una crisis económica agravada por la pandemia del coronavirus.

Con la mirada puesta en el 7 de febrero próximo, cuando se realizará la primera vuelta electoral, los políticos empiezan a buscar alianzas y perfilar programas de Gobierno, mientras la población concentra su atención en la crisis económica, la angustia por la COVID-19 y la indignación por diversos casos de corrupción.

MALABARISMOS FINANCIEROS

El analista económico Alberto Acosta Burneo ve con preocupación que posibles pre-candidatos avanzan ya en la arena política con mensajes generales sobre sus objetivos de Gobierno sin aterrizar en los mecanismos para sacar a Ecuador de la crisis.

“Tenemos una crisis fiscal de gran magnitud”, dijo a Efe al señalar que el Estado “vive del endeudamiento desde 2013“, lo que ha complicado la situación al punto de obligar a la realización de “malabarismos financieros”.



Pero ve positivo el reciente anuncio de Moreno de un acuerdo -aún por formalizarse- con tenedores de bonos que permitirá reducir la deuda del país en 1.500 millones de dólares.

La renegociación de deuda externa -en lugar de una suspensión unilateral de pago, como exigían algunos sectores de izquierdas y sindicatos-, ha estado destinada a poder seguir recibiendo ayuda de los organismos multilaterales, según ha justificado el Gobierno.

Máster en Economía por la Universidad de Nueva York, Acosta Burneo indicó que “para este año, la crisis fiscal llega a tal magnitud, que al Gobierno le faltan 13.500 millones de dólares de pre-financiamiento”, que equivale a “13,9 % del PIB o probablemente más”.

A esto se suma una crisis productiva, agravada por el coronavirus que paralizó muchas actividades, y que sólo en la capital Quito dejó pérdidas superiores a los 7.000 millones de dólares, según cálculos a junio de la Cámara de Comercio.



Ese mes, el Banco Central advirtió de un posible decrecimiento de la economía para este año de entre 7,3 % y 9,6 % en Ecuador, un país donde los problemas sociales se han visto agravados por el coletazo de la pandemia en el ámbito laboral.

De acuerdo con Moreno, entre marzo y junio, en su país se perdieron 200.000 empleos, por lo que el Gobierno adoptó medidas urgentes para proteger las fuentes de trabajo.

TABLERO ELECTORAL

Con una población poco interesada en temas políticos, al punto de que el 57 % no acudiría a votar si no fuese obligatorio -de acuerdo a la encuestadora Cedatos-, el tablero político arroja una gran incertidumbre, que esta semana abonó Otto Sonnenholzner al renunciar a la Vicepresidencia del país.

Ecuador enfrentará una de las elecciones más relevantes de su historia, y por ello hoy, el mejor servicio que se puede dar a nuestro país es trabajar en la construcción de un camino que nos lleve lejos de la inequidad, el hambre, el desempleo y la corrupción”, dijo al renunciar sin aclarar si será candidato.

Para Polibio Córdova, presidente ejecutivo de Cedatos, no hay una ruta clara sobre las candidaturas, y aunque Jaime Nebot, exalcalde de Guayaquil, anunció que no terciará en los comicios, queda la duda sobre cómo irá su partido político a los mismos.

El varias veces candidato presidencial de centroderecha, Guillermo Lasso, pretende nuevamente terciar para dirigir el país: “Nosotros contamos con ideas muy claras y llevamos 10 años convirtiéndolas en propuestas concretas que verán en los primeros 100 minutos de Gobierno”, sostiene en Twitter.

De su lado, el exjefe de Estado Rafael Correa ha denunciado desde Bélgica que pretenden impedirle participar en las elecciones, al intentar proscribir la lista de su movimiento político Fuerza Compromiso Social.

Pendiente del proceso de apelación a una sentencia en primera instancia por cohecho, Correa -que por ley no puede postular a la Presidencia en las próximas elecciones- no descarta participar para cargos menores: “Si me dejan, seré candidato a la Vicepresidencia”.

Mientras tanto, el miércoles, organizaciones políticas afines a Correa conformaron el movimiento denominado “Unión por la Esperanza” (UNES) con el que esperan concurrir a las elecciones de 2021.

UNES busca aglutinar el voto tradicionalmente correísta y se presenta con la promesa de resolver la crisis económica, agudizada por la COVID-19 que, hasta el momento, se ha cobrado la vida de cerca de 5.000 personas y provocado más de 64.000 contagios confirmados en el país.

Con todo este panorama -dijo Córdova a Efe- “nunca hemos tenido una indecisión, faltando ocho meses para las elecciones, que supere el 80 % de la población”, como ahora. EFE

sm/cpy

REM

REDACCION EL MERCURIO

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