OPINIÓN |
Lamentable, por decir lo menos, el intento de construir, o “remodelar” una casa que debió ser demolida, un nuevo inmueble en el entorno de laguna Illincocha, (laguna de la llovizna) uno de los espacios con más historia, tradición y paisaje del Parque Nacional Cajas, considerado el mayor hito de identidad ambiental, del imaginario y turística de la región, por su riqueza paisajística, cultural y biodiversidad.
Es cierto que la construcción de la carretera Cuenca Molleturo Naranjal por su orilla, alteró su naturaleza y le quitó vida y magia a la laguna; su riqueza paisajística, sin embargo persiste; en su laberinto de cuevas, célebres refugios en donde, antaño, pernoctaban los viajeros a los calientes de Naranjal; en sus gigantes árboles de quinuas, quizá los más grandes del Cajas, como recordándonos que, la milenaria sociedad polylepis-musgo, hacen el milagro del agua que diariamente llega a nuestros hogares; caminando a su sombra avistamos diversidad de aves y llegamos al farallón en donde anidan los curiquingues y al mirador de las cuevas con su hermosa panorámica; en los vestigios del Camino de García Moreno, cuya construcción dio origen a muchas leyendas, como esa de que el Presidente, algunas veces, pasó la noche en estos abrigos naturales entre comerciantes, contrabandistas y arrieros sin ser descubierto. Fue la primera vía oficial de ingreso a Cuenca desde la Costa y el más importante de la época republicana, hasta la apertura de la Molletudo Naranjal.
En este entorno natural de inestimable biodiversidad, paisaje y componentes culturales, que deberíamos atesorar o al menos no afectar más, es en donde se quiere levantar una construcción, que entendemos no progresará, porque su defensa es un clamor que crece en la ciudadanía y, esperamos despertará la sensibilidad y responsabilidad de las personas e instituciones llamadas a preservarlo. (O)