OPINIÓN|
Durante seis décadas, el Ecuador justificó su posición en materia de defensa de recursos marítimos con la “Declaración de Santiago”, instrumento de derecho internacional, propio del soft law, en el cual Chile, Perú y Ecuador, establecieron su posición de protección de sus recursos naturales y reglamentar su aprovechamiento en el límite de 200 millas marítimas.
No obstante, desde 2012, el Ecuador es suscriptor de la CONVEMAR, la cual tuvo múltiples críticas durante su proceso de aprobación. Este instrumento, establece un límite de mar territorial de 12 millas y una zona contigua de 24 millas (desde la línea base), y 176 millas adicionales de zona económica exclusiva, ZEE.
En este contexto, el caso del Ecuador, es particular por el Archipiélago de Galápagos, debido a su riqueza de recursos naturales, sumado a sus particularidades geográficas y biodiversidad que le otorgan un estatus jurídico de conservación especial (97 % de la superficie es área natural protegida), tanto a nivel nacional, así como internacional.
Sin embargo, las alertas se han encendido nuevamente en las “islas encantadas”, debido a que una flota pesquera china, se encuentra faenando en el límite de la ZEE. Situación que preocupa, debido a los lamentables episodios vividos con anterioridad (en 2017 se capturó y juzgó a los tripulantes del barco chino FU YUAN YU LENG, en la reserva marina de Galápagos con tiburones martillo).
Y si bien es cierto, a la fecha, la flota pesquera se encuentra al límite de la ZEE, es decir en aguas internacionales, el riesgo se presenta debido a la gran cantidad de especies marinas migratorias que están en peligro, tal es el caso del tiburón ballena.
Si bien es cierto, la CONVEMAR considera como obligación la protección y preservación del medio marino, no es sencilla la tarea de interpretarla en este contexto contra la flota china, sumado a ello, existen diversos convenios internacionales en materia ambiental como: CITES y Convenio de Bonn, no obstante, en el caso de Galápagos existen propuestas que vienen desde grupos de científicos que plantean: a) ampliar la reserva marina de Galápagos; y, b) crear un corredor marino del Pacífico (Este tropical), entre Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador.
En lo personal, considero que es necesario enfrentar el problema de una manera integral, dejando de lado falsos nacionalismos e intentos belicistas, y concentrarse en la posibilidad de buscar acuerdos basados en la diplomacia internacional y las evidencias científicas, no obstante, no se pueden olvidar los intereses que el Ecuador mantiene a la fecha con la República Popular China, desde la perspectiva comercial (camarones), económica (endeudamiento), e incluso sanitaria (posibles apoyos financieros para la compra de la vacuna contra el COVID-19). (O)
