Treinta y dos personas han muerto y 74 han sido contagiadas por ébola en el noroeste de la República Democrática del Congo (RDC) desde que se declaró ese brote el pasado 1 de junio, informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De los 74 casos, 70 han sido corroborados en los laboratorios y cuatro son probables, toda vez que 28 pacientes se han curado, matizó la oficina de la OMS para África en su cuenta de Twitter, al divulgar datos vigentes hasta este miércoles.
«Este es todavía un brote muy activo y yo diría que causa aún una gran preocupación«, admitió recientemente el director de Emergencias Sanitarias de la agencia de la ONU, Mike Ryan.
La undécima epidemia de esta enfermedad altamente contagiosa que sufre la RDC afecta a Mbandaka, la capital de la provincia de Ecuador, con una población de más de un millón de habitantes.
Esa zona ya sufrió el noveno brote del virus del Ébola entre mayo y julio de 2018, cuando se registraron 54 casos, entre ellos 33 muertos y 21 supervivientes.
Las autoridades congoleñas proclamaron el pasado 25 de junio el fin de la décima epidemia, que asoló tres provincias del noreste del país (Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri) desde el 1 de agosto de 2018, con un balance de 3.463 casos, 2.280 fallecidos y 1.171 supervivientes, según las últimas cifras emitidas por la OMS.
Esta epidemia es la peor de la historia de la RDC y la segunda más grave del mundo, después de la que asoló África occidental de 2014 a 2016, en la que fallecieron 11.300 personas y hubo más de 28.500 casos, aunque esas cifras -según la OMS- pueden ser conservadoras.
La enfermedad, descubierta en la RDC en 1976 -entonces llamada Zaire-, se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados.
Esta fiebre causa hemorragias graves y puede alcanzar una tasa de mortalidad del 90 %. Sus primeros síntomas son fiebre repentina y alta, debilidad intensa, y dolor muscular, de cabeza y de garganta, además de vómitos. EFE