OPINIÓN|
Esta fecha, nos traslada incuestionablemente, al enorme poeta granadino, Federico García Lorca, perteneciente a la generación del 27, por ser el día de su brutal fusilamiento, en razón de sus ideas liberales, un mes después de haberse iniciado la guerra civil española, cuando tan solo contaba con 38 años.
Desde el género dramático, lo conocemos por su invalorable trilogía, sustentada en personajes femeninos: La Casa de Bernarda Alba, Doña Rosita la soltera y Yerma. Tanto la poesía como el teatro, cifran su valor, en la gran influencia de Buñuel, Dalí, Manuel de Falla, de Machado y Rubén Darío, con quienes se habría vinculado desde la génesis del Modernismo y, posteriormente, asumiría rasgos de las Vanguardias. García Lorca se alinea en el teatro, a través del grupo La Barraca, enlazándose en la proyección del Siglo de Oro, con dramaturgos como Lope de Vega y Calderón de la Barca, desde su particular desmesura. En su amplia producción poética, destacamos su Romancero gitano y Poeta en Nueva York. Muchos de sus poemas, fueron inmortalizados, en la voz del gran valenciano Paco Ibáñez.
Federico García Lorca es un clásico de la literatura española, asume rasgos míticos y simbólicos, y destaca, adicionalmente, en el rescate de la canción popular, de particular preferencia por sus seguidores, tanto en la poesía como en su dimensión dramática. (O)