OPINIÓN|
Se comprende que las condiciones sanitarias graves por las cuales atravesamos han causado mella profunda en varios componentes de nuestra sociedad, queda claro que todos los procesos se han visto golpeados por las condiciones especiales que debemos adoptar en pro de la fortaleza ciudadana, no obstante, parece que existen ciertas instituciones, sobre todo de carácter publico que han regresado varios años atrás en lo que se refiere a estándares de trabajo y mecanismos de atención pública.
Nos basta con recorrer algunas dependencias para observar las colas interminables de gente que se apostan en las afueras de ciertas oficinas públicas, llegando inclusive a que las personas acudan en la madrugada con tal de poder conseguir lograrse de un turno para aplicar un trámite especifico, acotando a este particular el hecho de soportar frio, sol y lluvia en alguna vereda marcada con puntos y a la merced de las indicaciones de un guardia que muy probablemente debe armarse de valor para enfrentar reclamos y demás componentes para los cuales de seguro no está capacitado.
Nos queda la duda sobre las decisiones y acciones que están realizando y adoptando las autoridades tanto nacionales como seccionales en relación a los tipos de control y procesos que se deben realizar para cumplir con las demandas de la sociedad; esta pandemia no solamente nos ha golpeado enormemente a los componentes salubre y económicos personales, sino que nos ha enseñado a mirar la vida desde otra óptica, ahora la inquietud que existe es, ¿la entidad pública podrá reaccionar como se requiere que se lo haga? (O)