Muchas empresas para honrar el anticipo del IR probablemente acudirán al sistema financiero
“Entendemos la complicadísima situación fiscal, que no es solo fruto de la pandemia sino de mucho antes y que, por supuesto, se ha acentuado con la misma, pero no estamos de acuerdo con este tipo de medidas”, expresa Diego Malo, presidente de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo (CIPEM) de Cuenca.
Se refiere a la intención del presidente Lenín Moreno (Decreto Ejecutivo 1137) de cobrar a 1.068 empresas el pago del anticipo del Impuesto a la Renta (IR).
Malo advierte que esta decisión “ahogaría” las finanzas de las empresas y las pondrían en una posición extremadamente difícil, pues se van a cumplir seis meses desde el inicio del Estado de Excepción y la caja de las compañías sigue en una situación sumamente delicada.
Al tener esta limitación de caja, se ve afectada la cadena de pagos, por lo que se afectaría fuertemente la reactivación económica.
Dos grandes diferencias: la utilidad contable y la disponibilidad de caja
Aclara que una cosa es tener utilidad y otra es tener caja. Y recuerda que en muchos negocios se trabaja con crédito, entonces no se cuenta con esa liquidez hasta que efectivamente haya sido cobrada dicha deuda. Un tema es la utilidad contable y otro es la disponibilidad de caja…no porque exista utilidad hay liquidez.
En este caso se está afectando al indicador financiero que es el de liquidez, la gran mayoría de empresas hoy no cuentan con esa liquidez por la situación actual.
¿Pero el Presidente dice que este no es un impuesto nuevo, es un pago anticipado? Malo lo reconoce, pero alerta “esto afecta a la reactivación porque las empresas al no disponer de liquidez no tienen las herramientas para impulsar más fuertemente la reactivación por la falta de su principal insumo: caja”. (I)
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