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Responsabilidad ciudadana, la premisa desde este lunes tras el final del estado de excepción

Ecuador concluye este domingo el estado de excepción por COVID-19 tras seis meses, y la articulación de acciones para prevenir la expansión de la pandemia queda a cargo de las autoridades nacionales y municipales, que piden a la población ejercer corresponsabilidad para evitar rebrotes.

El presidente, Lenín Moreno, decretó por primera vez el 14 de marzo pasado el estado de excepción para hacer frente a la emergencia sanitaria por la pandemia, que ha sido renovado en varias ocasiones hasta que la Corte Constitucional dictaminó que no había base legal para ampliarlo más allá.

La conclusión del estado de excepción pone fin al toque de queda y la restricción de libertad de asociación, pero según recalcan las autoridades no significa un regreso a la actividad normal, que deberá ser paulatina y manteniendo las medidas de bioseguridad.

Así, bajo la campaña «Yo me cuido», desde diferentes organismos públicos se ha pedido a la población que siga manteniendo el correcto uso de la mascarilla, lavado frecuente de manos y el mantenimiento de dos metros de distancia entre personas.

El Gobierno nacional continuará ejecutando operativos de control para supervisar que las medidas se cumplen, en coordinación con entidades municipales y locales.

Las autoridades también han exhortado a adultos mayores, menores de edad o personas con discapacidad que se mantengan en aislamiento debido a que constituyen la población de mayor riesgo de contagio.

Los ayuntamientos se encargarán de seguir regulando y controlando la circulación vehicular, así como de autorizar actividades de restaurantes, centros de ocio nocturno, playas, parques y espacios públicos para el deporte.

TEMOR DE REBROTES

El alcalde de Quito, Jorge Yunda, advirtió este viernes que el sistema sanitario capitalino se encuentra cerca del límite de sus posibilidades, especialmente en las ucis hospitalarias, y lamentó que el 90 % de los contagios por COVID-19 en la provincia más castigada del país, Pichincha, correspondan a la urbe que dirige.

«Quito lleva más de 800 pérdidas de vidas humanas«, recordó el regidor de una ciudad donde residen unos 200.000 adultos mayores.

Aunque reconoció la necesidad de reactivación económica, especialmente a la luz de que, «estamos pasando la tasa de desempleo más atroz en la historia en esta ciudad», pidió precaución a la población y comerciantes bajo la nueva situación.

«En pocas horas se termina el estado de excepción y siento que, a veces, se cree que regresamos a una normalidad cuando en Quito el sistema sanitario está trabajando a tope y la capital tiene un problema de contagios muy elevados», comentó.

MEDIDAS 

En Quito se incrementa al 50 % el aforo en restaurantes y centros comerciales, supermercados, agencias bancarias y cooperativas, y el 30 % para cines, teatros y auditorios.

La multa para quienes incumplan estas disposiciones será de quince salarios básicos (seis mil dólares).

Los bares, discotecas, centros de ocio nocturno y gimnasios no estarán autorizados a operar, mientras sigue la suspensión de espectáculos públicos en cualquier espacio.

Aunque el uso de mascarilla seguirá siendo obligatorio en todo el Distrito Metropolitano, se incorpora la novedad de que los deportistas que respeten el distanciamiento de dos metros y su actividad sea al aire libre puedan llevarla o no.

El transporte público tendrá un aforo máximo del 50 %, al igual que el intraprovincial e interprovincial.

En cuanto a la regulación de la circulación se establece un calendario por meses. Así los impares: enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre, los vehículos con placa impar podrán transitar los lunes, miércoles y viernes, mientras que los que tengan matrícula par lo harán los martes jueves y sábados, siendo los domingos y festivos jornadas en las que no habrá limitaciones.

En los meses pares, que son el resto, se intercambia la autorización de circulación en función de la placa.

Asimismo seguirá vigente un sistema de salvoconductos para los vehículos que deban circular fuera del calendario establecido.

En Guayaquil la Alcaldía prohíbe los espectáculos públicos masivos y autoriza, sin embargo, el funcionamiento de salones de eventos, hoteles, teatros, iglesias, cines y gimnasios hasta el 30 % de su capacidad.

El transporte público urbano mantiene un aforo del 50 %, los taxis podrán operar con tres pasajeros además del conductor y los vehículos particulares podrán circular según el último dígito de placa, mientras que los domingos hay libre circulación.

Se mantiene la vigencia de los salvoconductos emitidos por el Gobierno y la prohibición de consumir bebidas alcohólicas en vía pública y establecimientos de concurrencia masiva.

También la prohibición de apertura de bares, discotecas y centros de ocio que no garanticen el distanciamiento social. EFE

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