La muerte de Fabián Merchán conmociona al público que conquistó con su voz y estilo irreverente

En los últimos días, sus fieles oyentes y amigos les decían: «Fuerza, Merchansiqui». Ayer, empezaron a despedirlo. Falleció tras más de 17 días internado en el hospital José Carrasco Arteaga luchando contra el coronavirus.

Apenas unas horas después, decenas de personas llegaron a los exteriores de La Suprema Estación, emisora en la que dirigía el noticiero La Voz de la Ciudad. Un grupo de mariachis le dedicó una serenata, otras personas encendían velas.

Los mensajes de gratitud por haber abierto esos micrófonos a los sectores más populares también llenaron las redes sociales.

«Con su estilo irreverente y coloquial, su tribuna se convirtió en un medio de expresión para la gente», escribió en un tuit el periodista Jorge Piedra.

Ese estilo coloquial, directo, con el que llegaba a un numeroso público, se convirtió en su marca personal. Merchán estaba consciente de las sensaciones que eso provocaba, «me aman o me odian», dijo en más de una ocasión.

Y, aunque discreparan con él, hay quienes reconocieron que su espacio fue importante en la sociedad cuencana. Liz Zhingri, comunicadora y activista por los derechos de los mujeres, publicó: «Él se distinguía y recibía con un profundo respeto a cada persona que necesitara reportar un problema, hacer una denuncia o simplemente sentirse escuchada, sobretodo a la clase popular, concretando así justicia desde los micrófonos«.

El programa Sin Etiquetas, que se transmite los domingos, también expresó su gratitud porque en la emisora, Merchán dio espacio para temas de derechos, como el matrimonio igualitario. 

Otros recordaron que Merchán fue una voz crítica con los políticos. De hecho, un video grabado por él cuando ya estaba internado en el hospital les manda un mensaje final: «ya modérense». 

 

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