En noviembre se conmemora el Mes de la Diabetes con el propósito de concienciar a la población sobre las implicaciones que tiene la enfermedad y cómo puede ser tratada, sea que se detecte de manera temprana o en una etapa avanzada.
Katherine Estévez, endocrinóloga pediatra del centro médico Casa de la Diabetes, refiere que dicha enfermedad es metabólica, crónica, no transmisible, que se genera por alteraciones en la secreción de la insulina o por alteraciones de la acción de la insulina sobre algunos tejidos. En el caso de la Diabetes tipo 1, la enfermedad es propia de los pacientes que han destruido la función pancreática y por ello necesitarán para toda su vida, la administración de insulina exógena (que se inyecta).
“Si hablamos de pacientes adultos tenemos tres ejes: aumento del apetito, aumento de las ganas de orinar y mucha sensación de sed. En cambio, en la edad pediátrica, los síntomas son distintos: en un niño pequeño puede existir la ansiedad por tomar agua, pero puede también haber alteraciones en la conducta, es decir, se vuelven niños irritables”, sostiene Estévez.
Otra forma de detectar la diabetes en niños que ya son capaces de ir por sí solos al baño, es a través de la enuresis, que se refiere a la incontinencia urinaria que experimentan los menores, especialmente cuando duermen. Según informó la profesional, un 25% de los diagnósticos que se detectan en la edad pediátrica son graves.
“Otro de los signos propios en la edad pediátrica son las infecciones recurrentes que no son explicadas: procesos amigdalares a repetición, niños que en el mes se enferman tres o cuatro veces y reciben tratamiento antibiótico, o son pacientes que tienen infecciones urinarias repetidas”, mencionó.
A nivel de país, no existen datos reales sobre la epidemiología de la enfermedad, sin embargo, según datos generados por la Casa de la Diabetes y el Ministerio de Salud Pública (MSP) a través de un censo realizado en el 2019 a pacientes con Diabetes tipo 1, se conoció que aproximadamente 1.100 personas padecen esa enfermedad en el Ecuador. Mientras, a nivel de Latinoamérica, la prevalencia de pacientes con diabetes es de un 9.5%.
“Se dice que a nivel de Latinoamérica hay 542.000 niños con diabetes tipo 1. Es una enfermedad que debemos evidenciarla y diagnosticarla de manera temprana para evitar complicaciones agudas y crónicas”, señaló Estévez.
Control
En los primeros tres meses, luego de diagnosticar la diabetes, los pacientes deberán realizarse controles al menos dos veces por mes. Luego, los controles pueden ser cada tres meses, con un seguimiento adecuado.
Durante la pandemia, el control a pacientes ha sido complicado, indica Estévez, sobre todo por las alteraciones en la actividad física de los pacientes y en sus horarios de sueño y alimentación.
“Intentamos en la Casa de la Diabetes tener reuniones semanales con los pacientes tipo 1 porque es bueno que ellos sepan que no están solos. La telemedicina nos ayudó y nos fortaleció”, manifiesta Estévez.
Tratamiento
El tratamiento para la diabetes es multidisciplinario, dado que, además de la administración de la insulina, los pacientes necesitan educarse en nutrición y tener ayuda psicológica para aceptar la enfermedad. Al ser una afección crónica, habría una resistencia para aceptarla, indica Fernanda Sánchez, psicóloga clínica de la Casa de la Diabetes.
“El apoyo psicológico es fundamental para aceptar la diabetes y para ello debe haber una predisposición. En el caso de la Diabetes tipo 1, muchas veces son niños, adolescentes, adultos jóvenes los que reciben este tratamiento y son insulinodependientes, por lo que su vida cambiará drásticamente, eso genera un impacto emocional fuerte en el paciente y en su familia, para eso necesitamos el apoyo y la educación, para que la adaptación sea más fácil”, comenta Sánchez. (LCH)-(I)
DATO
La Casa de la Diabetes está ubicada en la Paucarbamba 3-74 y Los Fresnos. El centro realiza campañas para detectar la diabetes. Esta vez lo hace con apoyo de Club de Leones Cuenca. Citas: 2-889045 / 0988997813 /www.casadeladiabetes.org.ec