Los candidatos buscan el voto de los más jóvenes, pero no presentan una agenda juvenil. El voluntariado joven aporta y mucho, además de cargar banderas en los mitines, su opinión cuenta; sin embargo, hasta el momento no se ha visto a ningún presidenciable comprometerse con temas relacionados a nuevos liderazgos.
Se debe trabajar en una agenda de acciones comunes por la participación de los jóvenes de colegio, universitarios, trabajadores, y más aún de los que no pueden pagarse sus estudios y se encuentran sin empleo.
En el contexto actual, la presencia juvenil asegura no sólo vitalidad, creatividad, innovación y fuerza en los gobiernos porque garantizan una sociedad más incluyente y diversa. Los sueños y metas de los jóvenes representan la esperanza para las viejas y nuevas generaciones. Señores candidatos despréndanse un poquito; y apoyen la posibilidad real de liderazgos alternativos desde una opción ética, transparente, y solidaria. (O)